Eder Militao fue titular por primera vez tras la pandemia en el partido más peliagudo que tenía que afrontar el Real Madrid lejos del Alfredo Di Stéfano. El central brasileño, que costó 50 millones de euros y ha tenido un rendimiento discontinuo en las pocas oportunidades de las que ha gozado, entró en el once ante el Athletic por la lesión en las cervicales de Raphael Varane.
El zaguero francés era el único jugador de campo del Madrid que lo había jugado absolutamente todo hasta que un desafortunado pelotazo le dejó KO contra el Getafe. La lesión de Nacho obligó a Zidane a recurrir a Militao contra los azulones y el técnico repitió fórmula en La Catedral, escenario en el que el ex del Porto cuajó su mejor actuación con la camiseta del Madrid.
El brasileño despejó hasta 12 balones con la cabeza y ató en cortó a Raúl García, un jugador experto en el cuerpo a cuerpo, y realizó varias coberturas a campo abierto para proteger la espalda de Sergio Ramos que fueron claves en el partido. Militao estuvo especialmente acertado en varias carreras en las que se midió con Iñaki Williams, uno de los futbolistas más veloces del campeonato. En total, el brasileño recuperó tres balones y completó los 90 minutos sin realizar ni una sola falta. Sacando el balón, además, se mostró fiable y con personalidad a pesar de que el cuadro bilbaíno le dirigió su presión hacía él en busca de algún error.
Por cuarto partido consecutivo, el Real Madrid acabó con la portería a 0 y ya son 17 los choques en los que no ha encajado gol en esta Liga, un registro que evidencia la mejoría defensiva que ha experimentado el equipo de la mano de Zinedine Zidane. El técnico francés repite con orgullo en cada rueda de prensa que tiene a todos los jugadores enchufados y Militao, en La Catedral, le dio toda la razón.
Source link