Mire cuál sería el efecto en su ciudad del volcán de La Palma que obligará a redibujar los mapas

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Mire cuál sería el efecto en su ciudad del volcán de La Palma que obligará a redibujar los mapas | Ciencia | EL PAÍS

El terreno ganado al mar por la lava, de dimensiones similares a las de Ciudad del Vaticano, y la superficie terrestre que ha arrasado la colada será visible en los nuevos planos. Lo más urgente es modificar las cartas náuticas para evitar accidentes marítimos

Cotejar en este comparador la superficie de famosas construcciones con el tamaño del delta lávico (imagen del 6 de octubre) puede dar idea de su verdadera dimensión. La lava ha ganado al mar unas 40 hectáreas, una superficie ligeramente inferior a la de la Ciudad del Vaticano, pero en la que cabrían la plaza y la basílica de San Pedro.

La erupción del volcán de Cumbre Vieja obligará a redibujar los mapas. La lava que ha desembocado en el océano ha modificado la línea de costa de la isla de La Palma al crear un delta lávico de unas 40 hectáreas, un territorio en el que cabrían la pirámide egipcia de Keops o el estadio brasileño de Maracaná. Pero además del terreno ganado al mar, la colada ha engullido cualquier construcción e infraestructura levantada a lo largo de las más de 430 hectáreas por las que se desliza. Y este espacio terrestre arrasado no es menor. En él se podría construir cuatro veces la Ciudad Prohibida de Pekín y cabría el parque neoyorquino de Central Park. Este buscador permite superponer la superficie arrasada por el volcán en cualquier lugar del mundo:

“Habrá que actualizar la cartografía de La Palma que está cubierta por la lava, donde evidentemente ha cambiado el paisaje, han desaparecido construcciones, vías de comunicación e infraestructuras”, explica Marcos Pavo López, jefe del área del Registro Central de Cartografía del Instituto Geográfico Nacional (IGN). “Esa zona”, continúa, “se tendrá que representar en un mapa de usos del suelo como una zona volcánica”. Aunque lo que hoy en día es un territorio devastado por la lava, en el futuro puede ser algo muy distinto. El Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, es, por ejemplo, el resultado de distintas erupciones volcánicas —una de ellas, la de 1730, duró seis años—.

Pero los planos necesitarán más modificaciones porque la superficie ganada al mar por la lava es suficientemente grande para que sea perceptible en mapas con una cierta definición. Según Pavo López, “el tamaño que tiene ahora mismo la zona que se ha creado nueva sería bastante imperceptible en pequeñas escalas, pero en una escala de 1:25.000 [en un centímetro en el mapa se representan 25.000 centímetros de la realidad] o en 1:50.000, que son las escalas hasta las que trabaja el IGN, sí se notaría”.


Los mapas se diseñan a diferentes niveles de detalle, o escala, en función del uso que se les va a dar.

Los mapas con menor escala están diseñados con más detalle y pueden ampliarse sin perder precisión.

Para ver el mundo entero no hace falta ese nivel de precisión y se utilizan escalas mayores.

La erupción del volcán de La Palma obligará a redibujar solo los mapas a partir de cierta escala: donde se aprecie el suficiente nivel de detalle.

Además, tendrán que modificarse todos los mapas en los que aparezcan carreteras e infraestructuras destruidas por la lava.

Fuente: IGN y Natural Earth.

Los mapas se diseñan a diferentes niveles de detalle, o escala, en función del uso que se les va a dar.

Los mapas con menor escala están diseñados con más detalle y pueden ampliarse sin perder precisión.

Para ver el mundo entero no hace falta ese nivel de precisión y se utilizan escalas mayores.

La erupción del volcán de La Palma obligará a redibujar solo los mapas a partir de cierta escala: donde se aprecie el suficiente nivel de detalle.

Además, tendrán que modificarse todos los mapas en los que aparezcan carreteras e infraestructuras destruidas por la lava.

Fuente: IGN y Natural Earth.

Los mapas se diseñan a diferentes niveles de detalle, o escala, en función del uso que se les va a dar.

Para ver el mundo entero no hace falta ese nivel de precisión y se utilizan escalas mayores.

Los mapas con menor escala están diseñados con más detalle y pueden ampliarse sin perder precisión.

La erupción del volcán de La Palma obligará a redibujar solo los mapas a partir de cierta escala: donde se aprecie el suficiente nivel de detalle.

Además, tendrán que modificarse todos los mapas en los que aparezcan carreteras e infraestructuras destruidas por la lava.

Fuente: IGN y Natural Earth.

Los mapas se diseñan a diferentes niveles de detalle, o escala, en función del uso que se les va a dar.

Para ver el mundo entero no hace falta ese nivel de precisión y se utilizan escalas mayores.

Los mapas con menor escala están diseñados con más detalle y pueden ampliarse sin perder precisión.

La erupción del volcán de La Palma obligará a redibujar solo los mapas a partir de cierta escala: donde se aprecie el suficiente nivel de detalle.

Además, tendrán que modificarse todos los mapas en los que aparezcan carreteras e infraestructuras destruidas por la lava.

Fuente: IGN y Natural Earth.

No está claro cuándo el pequeño delta lávico, todavía sin consolidar, se incorporará a los nuevos mapas. “Ahora mismo se trabaja la cartografía a través de vuelos fotogramétricos, con los que se toman fotografías digitales, con una periodicidad de entre dos o tres años”, comenta el experto del IGN, que recuerda que el primer mapa topográfico español tardó en completarse casi 100 años. “La primera hoja, de Madrid, se hizo en 1875, y fue en 1968 cuando se logró cubrir todo el territorio” con la publicación de la hoja de San Nicolás de Tolentino, en la isla de Gran Canaria. “Eso sí, a partir de los años setenta creció la velocidad exponencialmente gracias, precisamente, al uso de la fotogrametría”, apunta.

Aunque más allá de los mapas terrestres, lo verdaderamente urgente es modificar las cartas náuticas, responsabilidad del Instituto Hidrográfico de la Marina. “Aquí hay un problema más peliagudo, lo que emerge sobre la superficie del mar se ve y no es problemático, pero la colada de lava que ha caído al océano ha variado la profundidad y eso no se ve”, advierte Pavo López. De ahí la urgencia de redibujar las cartas náuticas, que no solo reflejan la forma de la costa sino “los obstáculos y las profundidades en el peor de los casos, es decir, cuando se está en bajamar”. “Un barco con un determinado calado debe saber qué distancia tiene hasta un obstáculo o hasta el fondo cuando la marea está más baja”, añade. Y aunque la nueva edición de la carta tarde en publicarse, las actuales, tanto en digital como en papel, tendrán un “aviso a navegantes” —en las impresas se suele utilizar una pegatina—para advertir de los nuevos obstáculos.


Imagen de dron del Cabildo Insular de La Palma

del 6 de octubre

La erupción ha modificado el fondo oceánico y con él los datos de profundidad que reflejan las cartas náuticas como esta.

Los barcos necesitarán nuevos datos exactos de la profundidad del mar para navegar y para aproximarse a la costa.

Imagen de dron del Cabildo Insular de La Palma

del 6 de octubre

La erupción ha modificado el fondo oceánico y con él los datos de profundidad que reflejan las cartas náuticas como esta.

Los barcos necesitarán nuevos datos exactos de la profundidad del mar para navegar y para aproximarse a la costa.

Imagen de dron del Cabildo Insular

de La Palma del 6 de octubre

Los barcos necesitarán nuevos datos exactos de la profundidad del mar para navegar y para aproximarse a la costa.

La erupción ha modificado el fondo oceánico y con él los datos de profundidad que reflejan las cartas náuticas como esta.

Los barcos necesitarán nuevos datos exactos de la profundidad del mar para navegar y para aproximarse a la costa.

La erupción ha modificado el fondo oceánico y con él los datos

de profundidad que reflejan las cartas náuticas como esta.

La imagen satélite es de ESRI (izquierda) y la de dron del Cabildo Insular de La Palma (6 de octubre).

Más cambios

La alteración de los mapas y las cartas náuticas no son la única consecuencia del aumento del territorio. “La superficie oficial tanto del municipio de Tazacorte como de la isla de La Palma habrá cambiado”, explica Marcos Pavo López. El IGN tendrá que emitir una “nueva certificación” de ese nuevo tamaño, documento que debe rubricar el propio Pavo López y que se utiliza, entre otros fines, “para el reparto de algunas subvenciones o de determinadas ayudas que van en proporción a la superficie”.

Y aunque las fronteras marítimas no estén delimitadas con una línea real, también cambiarán los límites del mar territorial, que se extiende a lo largo de 12 millas náuticas desde la línea de costa, y de la zona económica exclusiva, sobre la que España ejerce derechos especiales de explotación y uso de los recursos marinos y que se prolonga desde la base de la costa hasta 200 millas náuticas hacia el interior del océano.

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El geólogo Raúl Pérez, frente a la llamada "zona de guerra" del volcán de La Palma.
La imagen se corresponde con una lámina  cortada de la lava de 3 milímetros de grosor vista con microscopio petrográfico. A la izquierda con un único pase de luz, a la derecha, doble.

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