Morcillo: “Mi máximo nivel está lejos todavía”

Llegó a Lezama en juveniles procedente de la Cultural de Durango y un lustro después ya tiene sitio y dorsal en el primer equipo del Athletic. Jon Morcillo (Amorebieta, 15-09-98) ha contado para Garitano, de hecho, en las nueve jornadas que se llevan disputadas. Su irrupción en el conjunto rojiblanco ha suscitado una gran ilusión en un club acostumbrado a tirar de su cantera. Atentos, por tanto, a este nuevo león.

¿Se cree lo que le está pasando?

Poco a poco. Al estar aislados y no haber gente en los estadios, todavía no te das cuenta de dónde estás. Juegas en San Mamés, juegas contra los que has visto todos los días en la tele, pero todavía no sabes qué es sentir el estadio lleno, la gente celebrando los goles, rugiendo… Voy notando, eso sí, que estoy en Primera y en el equipo de mis sueños.

Un salto digamos un tanto rápido porque solo lleva cuatro años en Lezama…

Fueron dos años de Basconia y dos de Bilbao Athletic. El más duro quizás fue el primero del Bilbao Athletic porque había mucha gente con mucha calidad. Teníamos mucha competencia arriba y fue quizás el que más me costó. El que menos minutos tuve, seguro.

¿Qué cambió, además del entrenador, en su segundo año en el Bilbao Athletic?

Con el Gallo (Joseba Etxeberria) fui sumando minutos la temporada pasada y al final pude demostrar cómo soy y lo que puedo hacer en el campo. Gracias a ese buen año me gané a pulso la pretemporada en el primer equipo y en esta pretemporada me he ganado estar donde estoy, un dorsal, quedarme en el primer equipo y ahora, por suerte, tener minutos.

Pero antes de todo esto, por cierto, ya había hecho pruebas en Lezama y no le seleccionaron.

No pasé, cierto, por las categorías inferiores del Athletic porque fui directo al Basconia procedente de la Cultu. De pequeño, sí es cierto, estuve haciendo pruebas en Lezama y no me cogieron.

¿Se sintió frustrado cuando, siendo infantil, le dijeron hasta en dos ocasiones que no en Lezama?

Frustrado no. Me dolió más la segunda vez porque la primera estuve entrenando todo el año con ellos, iba dos días a la semana. Al acabar ese año me dijeron que todavía no habían terminado de verme y querían ver si acababa de soltarme. Entre los nervios, cierto es, no terminaba de ser yo mismo y lo notaba. Me volvieron a dar otra oportunidad el segundo año y también me dijeron que no.

¿Y?

Entonces sí me dolió porque siempre quieres estar entrenando ahí dentro (en Lezama). Coges confianza con algunos compañeros, Iñigo Vicente era uno de ellos, te dan ropa, juegas torneos y quieres ser uno más. Pero volví al Amorebieta y tranquilo.

Del Amorebieta pasó a la Cultural. ¿Seguía esperando la llamada del Athletic siendo juvenil?

La verdad es que en la Cultu ni siquiera me imaginaba poder llegar al Athletic porque si para entonces no me habían cogido… Pero hice dos muy buenos años en Durango y me llamaron. Tenía que ir a Lezama algunas tardes a echar partiditos y estaba muy nervioso, pero entonces ya era más mayor y sabía controlarme mejor. Gracias a eso pude demostrar que tenía nivel para estar en el Athletic.

¿Es cierto que en la Cultu jugaba de 9, de delantero centro?

Sí, porque se lesionó el delantero titular y me pusieron a mí. Hice dos partidos buenos y el míster me dijo que me iba a quedar ahí. Me encuentro, eso sí, mucho más a gusto y cómodo en banda. Además no era 9 puro porque jugábamos dos delanteros y yo no era la única referencia ahí arriba.

¿Y no le ha dicho a Garitano que usted puede ser el 9 que está reclamando?

No, no (entre risas). Estoy más a gusto en banda.

¿Siempre ha jugado en banda desde que está en el Athletic?

Sí, desde nada más llegar. Ningún partido de delantero, en banda siempre y en banda izquierda. En la Cultu jugué de extremo derecha y en el Amorebieta también. En el Athletic siempre en la izquierda. El año que más me han puesto en la derecha ha sido este, con Garitano, que me ha puesto algún que otro partido.

Nueve partidos de Liga y ha jugado en todos hasta el momento.

Estoy a gusto. Empecé de titular en Granada y el míster me está dando confianza y minutos. Tengo que seguir demostrando, eso sí, que no se equivoca. A ver si poco a poco voy soltándome más, voy haciéndome a la Primera y consigo dar mi máximo nivel, que todavía está lejos.

¿Qué diferencias nota de jugar en Segunda B a hacerlo en Primera?

El acierto que te exige Primera es mucho mayor. Cuando pierdes un balón comprometido, por muy arriba que estés, ya sabes donde termina: al final te vacunan. Soy un jugador físico y no tengo tanto problema con el ritmo ni la intensidad, aunque también se nota.

¿La presión que existe en torno al Athletic en este arranque de temporada también la nota?

La presión la pone la gente y la prensa. Nosotros, dentro del vestuario, estamos tranquilos y concienciados de lo que tenemos que hacer. Lo que está pasando es que no conseguimos enlazar dos victorias seguidas. Lo primero que uno ve cuando sube del B es que en el vestuario estamos todos juntos y unidos.

¿Ha recibido ya alguna señal de protesta a nivel de calle?

Como no tengo el peso que tienen otros porque soy un canterano que acaba de llegar, no me he llevado ningún comentario que pueda molestar. Pero ya llegarán, soy consciente de ello. Cuando alguien me dice algo, al menos hasta ahora, es ánimo y cosas buenas.

Pues se hablaba de ultimátum a Garitano en el partido ante el Betis.

Nosotros no sabemos nada de eso. El vestuario está con Garitano y confiamos en lo que hace y en lo que nos dice.

¿Era igual en el Bilbao Athletic?

Yo le empecé a conocer al final de mi temporada en el Basconia, cuando me empezaron a subir para entrenar de cara al play-off. Siempre le he visto como un entrenador serio, trabajador y muy aplicado. Siempre sabiendo lo que hace, con las ideas claras y eso es lo que le define. Ahora mismo le noto igual, muy trabajador. Sabe dónde está y lo que representa.

Pero su explosión, digámoslo así, llegó el año pasado con Joseba Etxeberria

El Gallo es el que me dio confianza. Con Garitano enlacé tres partidos seguidos, lo hice bien, y fue justo cuando subió al primer equipo. Si se hubiese quedado, hubiese seguido teniendo minutos. Joseba me dio la confianza porque cumplía y respondía en el campo


Source link