Viernes 11 de septiembre a las 21.00 horas. Granada. Los Cármenes. Primera jornada de Liga. Jon Morcillo tiene una cita marcada en rojo en su agenda. Se le presentó una oportunidad de oro en esta peculiar pretemporada y la ha cogido al vuelo. Los diez tantos anotados el pasado curso con el Bilbao Athletic se convirtieron en un pasaporte directo para estar a las órdenes de Gaizka Garitano. Sobre todo en un equipo en el que el gol se cotiza a precio de oro.
Entre el bloque de confianza del técnico había un hueco en el perfil izquierdo del ataque y por ahí se ha colado Morcillo. Córdoba salió de circulación debido al Covid-19. Aunque el pasado ejercicio fue como el Guadiana. Entraba y salía, llegó a estar semanas sin aparecer por las convocatorias y fue sustituido en seis ocasiones al descanso. Ante esta situación, Morcillo ha exhibido su candidatura y extraño sería que no fuese de la partida en el estreno en Granada.
Tras los buenos minutos en Logroño y la diana frente al Alavés, el zornotzarra dio un paso más en el amistoso que cerró la pretemporada del Athletic. Apareció en la fotografía del primer gol y marcó el segundo luciendo potencia en el golpeo. Una actuación que le convierte en la sensación del momento en el universo rojiblanco.
Aunque lo cierto es que el mérito frente al Eibar estuvo más en intentarlo que en el resultado final porque no hay que obviar que Yoel puso todo de su parte y más para que las dos acciones acabasen en la red. Eso sí, una cosa no quita la otra y todo futbolista con descaro a la hora de buscar portería es bienvenido para Garitano.
El Athletic abrió la lata tras un centro de Morcillo desde la izquierda. El meta armero no blocó el cuero, lo dejó muerto en el área chica y Raúl García solo tuvo que empujarlo a la red. Cerca de la media hora llegó el segundo, en una falta lateral que apuntaba a centro. Sin embargo, Balenziaga pisó el esférico, el extremo avanzó unos metros y soltó un potente latigazo que terminó en gol gracias a la colaboración de Yoel. Iba muy centrado.
Para ganarse la confianza de Garitano es necesario dar un plus en tareas defensivas y Morcillo también demostró solidaridad echando una mano a Balenziaga cuando lo requería la situación. Tras el descanso le faltaron las fuerzas y la alegría ofensiva, como al resto de sus compañeros.
Las apariciones del joven en el segundo tiempo fueron escasas. Eso sí, dejó un disparo marca de la casa desde 40 metros y pegado a la cal con el que intentó ahondar en la herida de Yoel. Antes también lo había probado Raúl desde lejos. Ninguno lo consiguió. No sería la primera vez que Morcillo anota de esta manera. Sin ir más lejos lo hizo con el Bilbao Athletic la pasada temporada. Y lo intentó en varias ocasiones más.
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