El sevillismo está de luto con la muerte este jueves de Rosendo Cabezas, ex secretario técnico del Sevilla y quien trajo a España a jugadores que hicieron historia en el fútbol español como Suker, Zamorano, Polster, Simeone o Tsartas, talentos que se hicieron célebres en el equipo andaluz y que reclutó este salmantino con un ojo especial y que fue el precursor de los actuales directores deportivos o especialistas en scouting cuando no había medios audiovisuales ni internet y las únicas herramientas válidas eran los viajes, los contactos y acertar para encontrar el talento en cualquier campo de Europa.
Rosendo Cabezas, clave en el Sevilla de la época de Luis Cuervas, fue secretario técnico del club andaluz, al que estuvo vinculado un total de 26 años, siendo reclutado por Monchi en su última etapa hasta 2013. También fue clave en la llegada de Maradona al Sevilla, con unas negociaciones interminables con la FIFA, la Federación Italiana y el Nápoles al finalizar su sanción por dopaje, puesto que fue el que apostó por Carlos Salvador Bilardo para que dirigiera al equipo sevillista en 1992 en un equipo en el que coincidió con Diego Simeone, un talento que trajo del Pisa italiano. También en ese grupo destacó sobremanera la presencia de un joven yugoslavo (antes de la escisión de Croacia) llamado Davor Suker, reclutado del Dinamo de Zagreb. El hoy presidente de la federación croata acabó fichando por el Real Madrid, al igual que Zamorano, un desconocido delantero chileno que descubrió en el St. Gallen suizo.
Otro de sus grandes fichajes fue, sin duda, Anton Polster, bota de Plata en Europa y que en una temporada en el Sevilla anotó 33 goles que no le dieron el pichichi al coincidir con un Hugo Sánchez estelar que anotó 38 en el Real Madrid. Polster llegó del Torino en 1988, un año después de dar el salto a Italia desde el Rapid de Viena.
El griego Vassilis Tsartas, a quien ya seguía desde hacía varios años antes de su fichaje, fue otro de sus grandes descubrimientos, una zurda de oro que marcó una época en los últimos años del siglo XX en Nervión. Fichajes como los de Dassaev, con la Unión Soviética abriéndose al mundo en plena Perestroika… Rosendo Cabezas estuvo en los grandes momentos de la historia del Sevilla, con fichajes que generaban ilusión, a la vez que jugadores semidesconocidos que se revalorizaron junto a los talentos de la cantera sevillana en una época en la que sólo se permitían dos extranjeros en España. Posteriormente, la apertura del mercado con la ley Bosman abrió el abanico y trajo al Sevilla a muchos futbolistas.
Rosendo Cabezas también trabajó para el Sporting de Gijón, el Real Zaragoza y para el equipo de su tierra, el Salamanca, donde residía en los últimos años.