Una mujer de Victorville que retrasó su vacunación por miedo durante su embarazo sufrió un aborto espontáneo y ahora está en un respirador para combatir el COVID-19.
Esmeralda Ramos, de 43 años, esperaba con ansias el nacimiento de su hijo, que se esperaba para noviembre.
“Es una persona nerviosa. Tenía miedo de contraerlo, pensó que podría afectar al bebé”, dijo su esposo, Juan Guevara. “Escuché historias de personas que se enfermarían después de la primera inyección. Simplemente no quería enfermarme, eso es todo”.
Planeaban nombrar a su bebé, Jonathan Julius, y sus dos hijos mayores estaban ansiosos por conocer a su hermanito.
Sin embargo, sus vidas cambiaron después de que la pareja y su hijo mayor contrajeron COVID-19 el mes pasado.
Guevara y su hijo solo tenían síntomas leves, pero Ramos terminó hospitalizada con graves complicaciones. Ella está conectada a un respirador en el hospital.
“No les he hablado de su hermanito; les digo que su madre volverá pronto”, dijo Guevara.
Algunos investigadores dicen que la vacuna COVID-19 es segura y eficaz para las mujeres embarazadas y lactantes y sus bebés.
La Dra. Paniz Heidari, gineco-obstetra de Northridge, recibió la vacuna COVID-19 cuando estaba embarazada y anima a sus pacientes a que se eduquen.
“El vínculo entre la infertilidad y el COVID no tiene fundamento, lo que significa que no han encontrado datos científicos que respalden esa preocupación”, dijo Heidari.
Los investigadores dicen que las mujeres embarazadas experimentan cambios en el sistema inmunológico que las hacen más propensas a desarrollar enfermedades graves por COVID-19. Tienen tres veces más probabilidades de terminar en la UCI si se enferman.
Guevara dice que lamenta no haberse vacunado e insta a otros a vacunarse, con la esperanza de que aprendan del dolor que está sufriendo su familia.
“Desafortunadamente ahora es demasiado tarde para mí. Ya perdí a mi hijo. Voy a ir a vacunarme”, dijo Guevara.
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