Muniain se viste de cañonero


Crear de manera rápida, a ser posible, un escenario idílico era una pretensión que todo el mundo perseguía ante el Espanyol para evitar males mayores después de una racha de despropósitos. El Athletic necesitaba capacidad resolutiva y cuanto antes, mucho mejor. La necesidad la supo interpretar, y ejecutar, muy bien Iker
Muniain para erigirse en el gran protagonista de la noche. Casi se entroniza con un ‘hat trick’ que se le quedó a su alcance, pero un perico lo evitó. No importaba, era su día. Ya a los cuatro minutos fue el más listo de la clase para alumbrar el camino al triunfo. Un balón muerto dentro del área perica fue aprovechado por el navarro para soltar un rápido derechazo que sorprendió a Diego
López. Era el gol más tempranero de la actual campaña, por delante en segundos al anotado por Raúl
García frente al Getafe.



Después de 19 encuentros ante el Espanyol, Muniain hacía de verdugo ante los pericos, como apuntaba adurizpedia. Poco después, sobrepasado ligeramente el cuarto de hora, hizo una tarea aún más magna. Un balón que había quedado suelto a la salida de un córner fue recogido por el navarro, que soltó un precioso voleón que se coló por la escuadra derecha de Diego
López. ¡Golazo! ¿Y desde dónde engatilló Iker? Desde fuera del área, sí, pero lo que es más importante, desde una posición centrada.

Garitano exprime su repertorio haciéndole jugar por el medio, con Williams escorado

Y es que en eso estribó la mayor diferencia táctica de la jornada. Muniain se fue al centro y Williams recorría la senda derecha, de tal modo que el navarro contribuía con más soltura en la elaboración.

Estuvo en todas

Y el equipo lo agradecía, ya fuera para coordinar acciones de ataque, ya fuera para congelar el juego cuando el Espanyol estaba empezando a carburar. La alternativa empleada por Garitano dejó alguna imagen que reflejaba un poco el mundo al revés de lo que ha sido la distribución de papeles: una jugada de Williams por la diestra acaba en un pase al que no llega Muniain en el primer palo. El experimento no funcionó nada mal en el primer periodo, pero quedaba por ver cómo iba a responder la capacidad física del navarro, que se dio una paliza en ese acto de sacrificio colectivo del Athletic.

Anduvo al borde del ‘hat trick’, pero el tercer tanto fue en propia meta

Después de tanto ir y venir, algo le afectó en el plano físico, pero no tanto como para impedir que soltara una buena apertura hacia la izquierda para Yuri o que iniciara una contra que derivó en el disparo con la derecha de Córdoba que paró el meta perico.

Para que no faltara nada en su amplio repertorio puso la quinta marcha en un balón que parecía inabordable, pero su sola presencia hizo provocar el error de Víctor
Gómez, que introdujo el cuero en su propia portería.

Un tanto vaciado por semejante esfuerzo fue relevado por Aduriz muy a última hora. El donostiarra no pudo entrar en juego, pero la labor estaba ya muy hecha.


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