Nacho Monreal: “Será el fútbol el que me deje a mí”


¿A qué edad empezó jugando al fútbol?



A los siete años. En el Pamplona. Yo jugaba porque me encantaba, no pensando en que iba a ser futbolista profesional. Con 12 ó 13 años me llamó Osasuna y fui encantado porque era el mejor equipo de la ciudad. Pasaron los años y siempre era un poquito mejor que el resto y me decían que tenía opciones de llegar. Con 20 años, ‘Cuco’ Ziganda me dio la oportunidad de jugar en el primer equipo. Y hasta hoy.

¿Cómo fue aquello?

Imagínate. Yo me comí toda la cantera de Osasuna: infantiles, cadetes, juveniles y el Promesas. Era de la casa y llegar al primer equipo, jugar ante 18.000 personas en El Sadar, ante la familia y los amigos, fue muy bonito.

¿Cómo recuerda su paso por Málaga?

Fue una experiencia muy corta para mí. Nunca pensé que fuera a ser tan corta. Ahora me arrepiento de no haber disfrutado más de la ciudad. Estaba muy centrado en el fútbol. Todo fue muy positivo. Fueron los dos mejores años en la historia del club y yo estaba ahí. Se hizo una inversión importante con el objetivo de entrar en Champions en cinco años y lo conseguimos en la primera temporada. Muy buenos recuerdos.

Hasta que le llamó Cazorla…

Eso es. El 31 de enero de 2013. Le habían llamado del Arsenal para que me preguntara si yo quería ir para allá. Aquel día por la mañana estaba entrenando con el Málaga y 10 horas después estaba firmando con el Arsenal. El fútbol es muy complicado a veces y otras, muy sencillo y rápido.

¿Acertó?

Sí, sin duda. Yo estaba muy contento en el Málaga. Pero el club ya tenía necesidades y problemas económicos con el jeque. Yo fui el tercero en salir tras Cazorla y Rondón. Además, te llama todo un Arsenal y no te lo piensas. Dije que sí al momento. El inicio fue difícil. Era muy tímido, país nuevo, idioma nuevo, cultura nueva, jugadores que no conocía… Se me hizo muy duro. Sufrí los primeros 12 meses. Pero me aclimaté a la ciudad, al club y al fútbol inglés y mis recuerdos son maravillosos. Incluso siendo capitán de todo un Arsenal. Un orgullo.

Y en la Real es un veterano.

Sí. Es evidente. Soy la misma persona que hace 13 años fuera del campo; pero el fútbol lo veo de otra manera. Relativizo muchas cosas a las que antes deba muchísima importancia. Ahora filtro y ya está. He madurado.

Osasuna, Málaga, Arsenal, selección, ahora la Real… ¿Se puede ser una persona normal?

Sí se puede. Pero hay de todo. He visto en todos los sitios jugadores que viven en otro mundo, que cambian. Yo mantengo las amistades desde que tenía cinco o seis años. A mí el fútbol no me ha hecho creer que soy más importante que los demás. Ni menos. Soy el mismo chaval y estoy orgulloso. ¿Por qué vamos a cambiar?

Ha tenido que hacer sacrificios, pero ha vivido de otra manera.

Cuando vives por y para el fútbol, tienes que sacrificar muchas cosas. Como otras personas que sacrifican otras cosas en sus oficios. El fútbol es lo que mejor sé hacer y estoy encantado con la decisión que tomé. Cuando esto acabe, ya recuperaré el tiempo perdido con amigos y familiares.

¿Es talibán de cuidarse, de gimnasio y de la alimentación?

No. Soy un afortunado de la genética. Puedo comer cualquier cosa, que no engordo. He visto muchos jugadores que se deben cuidar al máximo porque a la que se pasan, cogen dos o tres kilos y grasa. Yo no tengo ese problema. Sí me cuido. Los excesos se pagan. Mi madre me inculcó llevar una buena alimentación y mi mujer lo ha continuado. Soy el típico que prefiere unas verduras a una pizza. Vivo de mi cuerpo y la gasolina que te metes es la que te va ayudar.

¿Ha puesto fecha a su retirada?

No. El fútbol me va a dejar a mí porque yo no quiero dejarlo. Tengo 33 años, me encuentro muy bien, el cuerpo no me ha mandado ningún aviso y hasta que dure.


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