Nacho Moreno, del cómic a las recetas de cocina con latas

El chef Falsarius, Nacho Moreno, en 2012.
El chef Falsarius, Nacho Moreno, en 2012.KOTE RODRIGO / EFE

Para los aficionados al cómic, resulta difícil separar la figura de Nacho Moreno (Vitoria-Gasteiz, 1957-El Puerto de Santa María, Cádiz, 2021) de la de Ricardo Martínez. La firma “Ricardo y Nacho” es una constante en el humor gráfico de los años ochenta, omnipresente en revistas tan variadas como El loro verde o El Jueves pero reconocida, sobre todo, por su larga presencia en el diario El Mundo. Viñetas satíricas que ya definían el fino sentido del humor de Moreno como guionista: un ávido observador de la realidad especialista en poner el foco en la incoherencia de la política y la vida cotidiana de este país.

Esa exitosa carrera sería paralela a la que obtendría en el cómic desde las páginas del recordado suplemento infantil El Pequeño País. Se estrenó como guionista en esta publicación con el dibujante Antonio G. Santiago, con el que realizó alguna historieta puntual y luego el dúo se encargó desde 1987 de la serie El tebeo informático en esa publicación. Una buena formación en el mundo infantil que le permitiría ser protagonista de la renovación que el suplemento vive a partir de 1988, encargándose de los guiones de dos series que calaron pronto en el público y se hicieron inmensamente populares: Mot, con el dibujante Alfonso Azpiri, y Goomer, con dibujo de su inseparable Ricardo. En ambas, Nacho apuntaba una fértil imaginación que le permitía moverse por infinitas dimensiones paralelas o en un lejano planeta, pero, sobre todo, un agudo humor que sabía respetar los gustos de los más pequeños pero lanzar guiños a los lectores adultos.

Si el monstruo de Azpiri se convirtió en el estandarte de la revista infantil durante casi una década, el torpe y despistado camionero espacial no tendría menos éxito: se publicó en las páginas de El Pequeño País y de ahí pasó a publicarse en el suplemento de El Mundo y en las páginas de El Jueves, abandonando el tono infantil para buscar al lector más adulto al que estaba dirigido en su concepción. El éxito de la serie se trasladó al audiovisual, con una película de animación dirigida por José Luis Feito y Carlos Varela, ganadora del premio Goya en 2000, y una serie televisiva para Canal 33, la cadena de televisión catalana. No serían las únicas creaciones de Nacho en el cómic: en 2003, de nuevo para las páginas de El pequeño País, crearía Memorias de Gus, con dibujos de Raúl Arias.

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A principios del siglo XXI dejó los cómics y el humorismo gráfico para dedicarse a otra de sus pasiones, la cocina, donde daría luz a su última gran creación: el personaje de Falsarius Chef. Ataviado con unas gafas y nariz de broma, abrió un blog en 2007 dedicado a la “cocina para impostores” que muy pronto se hizo famoso por sus recetas hechas con latas y botes. El chef “lation victim” comenzó a aparecer en diferentes medios de comunicación y sus atrevidas recetas se convirtieron en virales por las redes, hasta el punto de que fueron recopiladas en varios libros de gran éxito, como Cocina para impostores, Cocina sin humos o El rey de las latas.

El desenfadado y gamberro estilo de Moreno como Falsarius, imbuido por el espíritu carnavalesco de su tierra de adopción, El Puerto de Santa María (Cádiz), donde llegó a abrir su propio restaurante, conectó con el público con facilidad, alentado no solo por el humor, sino por la indudable habilidad para hacer guisos suculentos y apetitosos de la manera más sencilla y rápida e hizo de su canal de YouTube un referente que llegó a tener hasta su propia aplicación para móviles.

Cartel de la película 'Goomer', basada en los dibujos de Ricardo & Nacho, dirigida por José Luis Feito y Carlos Varela.
Cartel de la película ‘Goomer’, basada en los dibujos de Ricardo & Nacho, dirigida por José Luis Feito y Carlos Varela.

Sin embargo, la escritura y el mundo infantil no dejaron de estar en su punto de mira, consiguiendo fusionar todas sus pasiones en una editorial, Compañía Oriental de la Tinta. La editorial gaditana editó los libros de Falsarius, pero también novelas como Fabada a muerte en Cocina Fusión, donde reciclaba ideas de una anterior obra con el mundo culinario, o Tú eres el más grande, inicio de las aventuras del detective Marcial Canencia. El otro foco de la editorial estuvo en la literatura infantil juvenil, con las series de Daniela Malospelos o Marlén, la hechizadora de dragones, creadas por Paloma Puya. La muerte de Moreno este lunes a los 65 años, tras una súbita enfermedad, supone un mazazo para el mundo del cómic, la cocina y el humor.

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