Navarro: un adulto de 17 años


Nació en abril de 2002, recién sepultada la peseta por el euro. Apenas pesa 64 kilos, a su voz le sigue saliendo algún gallo y no ha descubierto qué es afeitarse la barba cada mañana de su vida. Ninguna de estas características propias de la pubertad frenan la madurez de Robert
Navarro (Barcelona, 17 años), el talento precoz que aterriza en el Sanse con las expectativas surcando las nubes del fútbol del futuro.



La Real cerró el lunes, en las postrimerías del mercado, el fichaje de Navarro, canterano de Barcelona y Osasuna ‘ex aequo’. Aunque sólo nació hace 17 años, le ha dado tiempo a compartir vivencias en la Ciudad Condal, de donde es natural su padre, y en el viejo Reino navarro, cuna de su madre. Su periplo en el Mónaco, lugar al que llegó desde Can Barça, ha durado un año.

Navarro se encuentra desde el lunes en Donostia. La Real ha cazado al prodigio volátil, a la perla que ha saltado de una factoría a otra por avatares de la vida y que ha sido objeto de deseo de lo más granado de Europa: Real Madrid, Manchester City o Arsenal. En Zubieta han impuesto su ley para apoderarse de un juvenil que militará en el filial. Esta desproporción entre su edad y la categoría describe exactamente las maneras que apunta.

Imaginación al servicio de todos

La Real ha abonado al Mónaco 1,5 millones a cambio de los servicios de un Navarro que ha firmado hasta 2022. Su vocación es ofensiva y está capacitado para actuar en cualquier flanco de la mediapunta. De enganche clásico en una línea de tres, escorado a una banda o de interior si es necesario que juegue más retrasado.

Desde su entorno balompédico resaltan sus dotes creativas. Su imaginación para despuntar por el carril central, al servicio de todo el equipo, sin ínfulas individualistas. Hay un rasgo inherente a sus 17 años: aún debe crecer y su cuerpo se tiene que entonar definitivamente.

La cabeza de Robert
Navarro está muy bien amueblada y sus pies no se despegan de la tierra, por mucho que esté citado con el estrellato en el futuro. Para que no pierda estas sanas costumbres, en Donostia seguirá compaginando el fútbol con el colegio y vivirá con su madre.

Convocado junto a Turrientes para la Sub 18

Robert
Navarro causará baja con el Sanse en la jornada de Segunda B correspondiente al fin de semana del 14-15 de septiembre. Durante estos días se encontrará en Doha con España Sub-18, que le citó ayer para jugar dos partidos contra Catar. Junto a Navarro viajará el otro internacional realista de la categoría, Beñat Turrientes.

El director deportivo del Athletic de Bilbao, Rafa
Alkorta, ha salido al paso en las últimas horas de todas las informaciones que han relacionado a Robert
Navarro con la órbita del club vizcaíno. El exdefensa internacional niega directamente que haya existido cualquier acercamiento. “Nunca pensamos en ficharle”, afirmó Alkorta en ‘Radio Popular’, esgrimiendo además que “no es por temas de filosofía, es un tema simplemente deportivo”.

Por su parte, el nuevo jugador del Sanse se ha despedido públicamente del Mónaco. El chaval dice que ha vivido “momentos muy buenos, momentos difíciles y sobre todo de mucho aprendizaje en el mundo profesional”. Uno de sus compañeros en el club del Principado ha sido Cesc
Fàbregas, otro prodigio precoz que saltó al estrellato sin cumplir la mayoría de edad. El centrocampista catalán deseó suerte a Navarro en su nueva andadura. “Los buenos y sobre todo los más fuertes siempre triunfan. Esto es solo el comienzo de una larga carrera. A luchar y a creer”, le dedicó Cesc al nuevo realista.



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