Nerea Eizagirre hace público, en conversación con MD, su deseo de jugar en Anoeta la última jornada de esta liga, contra el Alavés. “En Gipuzkoa se vive mucho el fútbol, todos somos la Real y joder, es la primera vez que el equipo femenino puede entrar en la Champions”. A la líder indiscutible de la plantilla se le acumulan los motivos para que el traslado al estadio sea posible. Y así, que “quien sienta o crea que nuestro trabajo ha sido fantástico, pueda venir a aplaudirnos y que nosotras sintamos el calor de la afición”.
A punto de rematar con un éxito histórico su sexta temporada en el primer equipo, Eizagirre reconoce que “en mi vida hubiera imaginado jugar la Champions con la Real”. Repasa otros tiempos y se acuerda de que “vas creciendo y ves que todo va de la mano”. Le sale la vena sentimental y afirma que “quería hacer algo grande con este equipo” porque “soy de casa, amo la Real, desde pequeña vivo estos colores y quiero que el nombre de la Real se escuche por toda Europa”, manifiesta con la mano en el corazón.
A Nerea Eizagirre le va la marcha de los momentos decisivos. “Ser capitana es bonito, tengo que asumir muchas responsabilidades y me lo tomo con tranquilidad”, apunta, remarcando que “siempre he rendido mejor bajo presión”. Confiesa la mediapunta que “cuando no tengo esa exigencia me cuesta un pelín más y me gusta que las que vienen por detrás me vean como un ejemplo, y te hablo teniendo 22 años”. A esta edad y dotada de una gran calidad, Eizagirre lidera a la Real con 13 goles y 4 asistencias en la liga.