MCALLEN, Texas – Una niña de Panamá que nació con problemas cardíacos murió el miércoles en una estación de la Patrulla Fronteriza, la segunda muerte de un niño de América Latina bajo custodia del gobierno de Estados Unidos en dos semanas.
La niña de 8 años y su familia, estaban detenidos en Harlingen, Texas, en el Valle del Río Grande, uno de los corredores más transitados para el cruce de inmigrantes, dijo la agencia matriz de la Patrulla Fronteriza, Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
La niña sufrió “una emergencia médica” y murió en un hospital, dijo la agencia.
Se ha ordenado una autopsia, dijo Jesús T. “Chuy” García, Jr, el juez local que preside el caso.
La niña fue identificada como Anadith Tanay Reyes Alvarez, dijo el cónsul hondureño, José Leonardo Navas, con sede en McAllen, Texas. Agregó que es de Panamá, aunque sus padres son de Honduras. El cónsul dijo que viajaba con su padre, su madre y dos hermanos mayores.
Nació con problemas de corazón y fue operada hace tres años en Panamá, según su padre, que habló con el cónsul.
La oficina de asuntos internos de Aduanas y Protección de Fronteras investigará la muerte de las niñas en Texas, y el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional y la Policía de Harlingen han sido notificados, dijo Miller. El sargento Larry Moore, portavoz del Departamento de Policía de Harlingen, dijo que no tenía información sobre el fallecimiento.
Su muerte se produce una semana después de que un joven hondureño de 17 años, Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza, que viajaba solo, muriera bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha tenido que hacer frente a un gran número de inmigrantes que llegaban a la frontera a la espera del fin del Título 42, una normativa que había frenado la migración durante la pandemia.
La semana pasada, la Patrulla Fronteriza empezó a dejar en libertad a los inmigrantes que se encontraban en Estados Unidos sin notificación de comparecencia ante un tribunal de inmigración, indicándoles que se presentaran en una oficina de inmigración en un plazo de 60 días. Esta medida ahorra tiempo a los agentes de la Patrulla Fronteriza y les permite liberar espacio en los centros de detención. Un juez federal de Florida ordenó poner fin a las liberaciones rápidas.
La Patrulla Fronteriza tenía 28,717 personas bajo custodia el 10 de mayo, el día antes de que expirará las restricciones de asilo relacionadas con la pandemia, el doble que dos semanas antes, según una presentación judicial. El domingo, la cifra había descendido un 23%, hasta 22,259, todavía inusualmente alta.
El tiempo medio bajo custodia el domingo fue de 77 horas, cinco horas más que el máximo permitido por la política de la agencia.
Durante la administración Trump, las muertes de niños bajo custodia estadounidense se convirtieron en focos de controversia, poniendo en duda los esfuerzos de la administración para proteger a los inmigrantes más vulnerables en un momento en que Estados Unidos estaba viendo un aumento en el número de familias con niños que llegaban a la frontera sur.
La menor y su familia se encontraban bajo custodia en la estación de Harlingen, donde experimentó una emergencia médica.
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