La crisis de violencia que enfrenta Haití es una muestra del colapso del sistema de seguridad en un país con “enormes déficits estructurales”, así como de una “crisis integral económica, social y política” que el país caribeño arrastra desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, expresó el doctor Rafael Rojas, profesor-investigador del Colmex.
El internacionalista, historiador y experto en América Latina, subrayó que dicho magnicidio demostró que las estructuras de seguridad de Haití estaban rebasadas, pues en ése atentado estuvieron involucrados mercenarios colombianos apoyados por algunas facciones de la Guardia Nacional de Haití al igual que la esposa del ex presidente, Martine Moïse.
“Desde entonces la nueva autoridad que encabeza el presidente Ariel Henry ha sido muy precaria. Han sido prácticamente tres años de un conflicto que ahora se ha desatado”.
Rojas señaló que en la crisis actual existen tres actores en conflicto: el presidente Ariel Henry, la Guardia Nacional y las pandillas, particularmente el grupo liderado por Jimmy “Barbecue” Cherizier.
Rojas subrayó que en los últimos meses el gobierno de Henry enfrenta una situación en la que, por un lado, ha habido una serie de protestas de los sindicatos de los aparatos de seguridad haitianos y, por el otro, una lucha abierta declarada por las pandillas.
Rojas agregó que en medio de ésa crisis, el mandatario haitiano realizó una visita a Kenia con el objetivo de contratar un desplazamiento de efectivos policiacos desde África hasta Haití.
“La fuga de más de 3,000 presos de las principales cárceles de los alrededores de Puerto Príncipe era muestra de que “las pandillas estaban reaccionando en contra de un reforzamiento de la seguridad con apoyo keniano,” agregó.
“Esto demuestra que el gobierno nacional haitiano no puede contener la presión de todos los sectores y carece de una policía nacional para hacerle frente (a la crisis)”.
UN “ESPEJO TERRIBLE” DE LAS SITUACIONES QUE ENFRENTA AMÉRICA LATINA
Por otra parte, Rojas subrayó que la crisis que enfrenta Haití es “la versión radical y máxima” de muchos fenómenos que enfrenta Latinoamérica incluyendo crisis de seguridad, alianzas entre pandillas y crimen organizado, narcotráfico y déficits de política social y económica.
“Lo que sucede en Haití es un espejo terrible de muchas de las situaciones que sufrimos en otros países latinoamericanos”.
Rojas agregó que el caso haitiano es la de un “estado rebasado” o “estado fallido” en tanto que la “evidencia de la incapacidad del estado haitiano para mantener mínimamente la gobernabilidad sobre la base de un control de la seguridad”.
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Para Rojas, la crisis que enfrenta Haití genera propuestas de alternativas de acción a nivel internacional.
“Rápidamente se encienden las alarmas de una posible intervención humanitaria“, agregó Rojas y subrayó que ya se están generando reacciones dentro de la región como el “atrincheramiento” de países cercanos como República Dominicana.
¿UNA POSIBLE SOLUCIÓN DOMÉSTICA?
En medio de la crisis que enfrenta Haití, el presidente Ariel Henry no ha podido regresar a territorio haitiano para reasumir el poder. Hasta la mañana del martes, Henry no había logrado aterrizar en Haití debido a balaceras en los alrededores del Aeropuerto Internacional de Toussaint Louverture en Puerto Príncipe, señaló Rojas.
Sin embargo, Rojas señaló que es probable que en algún momento Henry gane cierto respaldo a nivel internacional o regional que le permita realizar una sucesión del poder, puesto que “es realmente difícil que pueda mantenerse en el poder en el medio del cerco de las pandillas y las propias estructuras del país”.
Rojas agregó que las pandillas y los grupos del crimen organizado están infiltradas en las estructuras de poder y tienen “intereses políticos muy claramente visibles”.
Por ejemplo, el líder criminal Jimmy “Barbecue” Cherizier tiene el objetivo de evitar la permanencia en el poder de Henry, señaló Rojas. “Esto demuestra que la lucha por el poder está involucrada claramente en el conflicto criminal.”
“Tal vez en algún momento se pudo pensar que el poder político estaba ligeramente independizado de ésas pugnas por el control del ejercicio de la violencia en Haití, pero ya todo está entremezclado”.
Rojas subrayó que no existe una salida fácil al esta crisis debido a su naturaleza estructural e integral.
“El mejor escenario es que no se produjera un intervención internacional,” agregó Rojas, subrayando que mecanismos diplomáticos regionales como CARICOM o la CELAC podrían ser útiles para encontrar una solución a la crisis que enfrenta el país caribeño sin necesidad de que se diera una intervención humanitaria.
Ve la entrevista completa aquí:
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