“No soy supersticioso, buen número el trece”


Lander Torrealdai acaba de renovar por el Gernika por un año más. El capitán comenzará su decimotercera temporada en el equipo de su localidad. Claramente, el centrocampista es una gran referencia en la escuadra foral. Elemento de enganche. Sopló ya 32 velas el pasado mes de marzo y confiesa que el confinamiento se le ha pasado con rapidez entre su trabajo de profesor y los entrenamientos. Por supuesto, dos actividades on line…



Torrealdai, en conversación con MD, arranca aceptando la broma sobre ese supuesto mal fario por el número de curso, 13, que iniciará con el conjunto de Urbieta. Despejando. “No, no, no… No soy supersticioso, en el campo tampoco nada en los partidos… Ni antes ni después. Algunos jugadores suelen tener sus cositas, pero yo en ese aspecto no. Con el número, menos todavía. Buen número el trece”, explica.

El medio de Gernika afrontará con una gran ilusión la próxima campaña tras esta nueva renovación. “Los años siguen adelante, parece que debutaste ayer y, cuando te das cuenta, ya son trece años en el primer equipo. Contento por poder seguir un año más y ayudar al club”, señala.

Torrealdai es un jugador de casa, que aporta esa identificación con el pueblo. “Creo que el Gernika debe ser un club relacionado con sus jugadores o con gente del pueblo. Es una pena que no haya más jugadores de casa. Ahora suben dos de B que han hecho un temporadón, pero es una pena que no haya alguno más. Van a otros equipos, seguro que lo harán bien y antes o después nos vendrán a jubilar”, indica.

El veterano Etxabe también continuará un año más. Su intención era colgar las botas, pero no ha querido hacerlo en las circunstancias que ha dibujado el coronavirus. “Ha acabado la temporada como a nadie le habría gustado. En el caso de Imanol, iba a dejar el fútbol, pero hacerlo así no era la mejor manera. Además, después de estar también muchos años en el club, dejarlo de esa manera… Estábamos en un buen momento, peleando por el play off y se te queda un sabor un poco amargo”, manifiesta.

En su caso, el capitán del Gernika advierte sobre su futuro que “lo veré año a año, según como se vayan dando se decidirá. Tampoco quiero que el fútbol me deje, prefiero dejarlo yo cuando me encuentro bien y después de hacer, entre comillas, una buena temporada. No quiero estar arrastrándome hasta el final, ojalá sea el año que viene o el siguiente, que venga uno de casa y me diga ‘oye, es mi turno’. De momento, me encuentro bien”. Y añade que “el confinamiento me ha venido bien y todo. Creo que estoy en mejor forma, he adelgazado. Así que… Bien, con ganas de seguir”.

Cuando se detuvo la Liga por la pandemia, el Gernika era sexto, a dos puntos del play off. Y Torrealdai recuerda que “en el último partido antes del parón jugamos contra el Basconia. A falta de quince minutos íbamos ganando 0-2 y nos empataron. Si hubiésemos ganado ese partido, estaríamos nosotros jugando el play off en lugar del Basconia… Estábamos dando buenas sensaciones, no sé si habríamos entrado al final, pero en la pelea íbamos a estar seguro. Te quedas con esas ganas de jugar un play off más”.

¿Recuperarán esa meta la próxima campaña? “El club tiene que decidirlo primero. Si tu objetivo es ascender o pelear por el play off, tienes que apostar por un tipo de jugadores. Si tu objetivo es apostar por los de casa, tienes que cambiar de objetivo. Parece que el club ha decidido pelear por entrar en play off”, puntualiza.

El míster, Oskar Vales, también seguirá en el banquillo. “Fue el primero que renovó, cogió el equipo en Navidad y se acabó antes la Liga. Supongo que se le hizo corto y que tendrá ganas de hacerlo desde el inicio para hacer una temporada completa”, dice.

Torrealdai estudió Administración y Dirección de Empresas y después Magisterio. Ahora es profesor de primaria en una Ikastola. En la etapa de confinamiento se mantuvo muy activo. “Compré libros y pensaba ver no sé cuántas series… Y luego, nada. De nueve a tres era el horario de trabajo con la ikastola, que al final casi todos los días era más tiempo. Porque era una locura. Y de lunes a sábado teníamos entrenamiento con el preparador físico a través del ordenador. A mí el tiempo se me ha pasado ‘volao’, entre una cosa y otra he estado entretenidísimo todos los días”, comenta.


Source link