Nostalgia del Atlético Aviación


En su derrota en Eibar (2-0), el Atlético de Madrid volvió a sufrir problemas defensivos en los balones aéreos, una suerte del fútbol en la que ha recibido ocho goles de los 21 que lleva en contra esta temporada, un dato para la nostalgia del ‘Atlético Aviación’, otrora una referencia en el juego por alto.



Del Eibar a Eibar. Del encuentro del 1 de septiembre en el Wanda Metropolitano ante el conjunto armero con triunfo 3-2 en la tercera jornada y un Atlético líder, a la derrota del sábado pasado por 2-0 que distancia a los rojiblancos a 8 puntos de la cima de LaLiga Santander, van 140 días, 17 jornadas ligueras y un nexo en común: el juego aéreo que cuesta goles en contra al conjunto rojiblanco.

En septiembre fue el delantero brasileño Charles, rematando de cabeza un centro del chileno Fabián
Orellana, quien sorprendió con un 0-1 a un Atlético que llegó a recibir un segundo gol, de Anaitz
Arbilla en apenas 20 minutos, para remontar con tantos del portugués Joao Félix, el canario Víctor Machín ‘Vitolo’ y el ghanés Thomas Partey, este último al borde del pitido final.

Este fin de semana fue el central argentino Esteban Burgos el que aprovechó un cabezazo de Sergi Enrich a un saque de esquina para rematar, libre de marca y con la pierna derecha, el 1-0 en Ipurúa, validado por el videoarbitraje tras unos segundos de incertidumbre y que dio inicio a lo que acabaría siendo un triunfo armero por 2-0, con el que se rompe la progresión de un Atlético que encadenaba seis partidos sin perder en el tiempo reglamentario.

Son dos ejemplos, pero durante la presente temporada se podrían extraer al menos otros seis tantos en los cuales el juego aéreo rojiblanco no consiguió alejar el peligro antes de que se convirtiera en gol en contra.

El gol del francés Antoine Griezmann de cabeza para el Barcelona en la semifinal de la Supercopa de España (que supuso el 2-1 aunque el Atlético ganó 2-3); el tanto del defensor del Granada Germán Sánchez que igualó el duelo para el 1-1 final en Los Cármenes; el gol en propia meta en un cabezazo errado del ghanés Thomas Partey que dio el 1-0 al Bayer Leverkusen en Alemania, con derrota final 2-1… Todos ellos llegaron de cabeza.

Desde el aire también llegó el 1-0 del medio argentino del Sevilla Franco ‘Mudo’ Vázquez que puso cuesta arriba el partido en el Sánchez Pizjuán, luego empatado por Álvaro Morata (1-1); el 0-2 del francés Blaise Matuidi para el Juventus italiano que el Atlético logró empatar de forma épica 2-2 en el Wanda Metropolitano, o el 2-0 de Nacho Monreal para la Real Sociedad, tras cabezazo de su compañero sueco Aleksander Isak a un saque de falta, en la derrota en el Reale Arena (2-0).

De esos ocho balones por el aire que acabaron en gol en contra, seis supusieron pérdida de puntos (derrotas ante el Eibar, Bayer Leverkusen y Real Sociedad; empates contra el Granada, Sevilla y Juventus) y solo dos fueron inocuos, los de Griezmann para el Barcelona en la Supercopa y Charles (Eibar) en la tercera jornada.

Mirando al pasado

Son ejemplos que contrastan con la trayectoria del Atlético en la era del argentino Diego Pablo Simeone al frente del banquillo, que cimentó sus éxitos de las primeras temporada en su efectividad en el juego aéreo, tanto en su defensa como en su ataque.

Una capacidad que llevó incluso a recuperar el nombre de Atlético Aviación -la denominación que el club tuvo entre 1939 y 1947 al fusionarse con el Aviación Nacional, una etapa en la que se ganaron las dos primeras Ligas de la entidad- en referencia al poderío aéreo de los rojiblancos.

No en vano, fueron dos goles de cabeza los que le dieron la Copa del Rey 2013 (del brasileño Joao Miranda) y la Liga 2014 (del uruguayo Diego Godín) y otro cabezazo de Godín le pudo dar la Liga de Campeones de 2014, si no hubiera empatado Sergio Ramos en el minuto 93.

A priori debería ser este Atlético, pese a la marcha de Godín a finales de la pasada temporada rumbo al Inter de Milán italiano, un equipo igualmente solvente por alto, con centrales como el uruguayo José María Giménez, el brasileño Felipe Monteiro o el montenegrino Stefan Savic, que tienen buen juego aéreo.

Pero no ha sido así, al menos no en el plano defensivo, un aspecto que el conjunto rojiblanco debe pulir de forma urgente para evitar perder más puntos en ese tipo de lances, aspecto imprescindible para intentar recuperar la desventaja de 8 puntos que tiene con el Barcelona y el Real Madrid, empatados en el liderazgo del campeonato.


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