Nueva York permite a los indocumentados obtener el permiso de conducir



Los inmigrantes ilegales que residen en Nueva York podrán obtener un permiso para poder conducir. El legislativo del Estado adoptó la pasada noche la conocida como Green Light Bill con un estrecho margen. El gobernador Andrew Cuomo se planteó incluso vetarla aunque finalmente le estampó la firma horas pocas después. Hay una docena de estados que ya permiten que los indocumentados tengan licencia.

La nueva legislación, que entrará en vigor en 180 días, dará acceso al permiso de conducir a más de 265.000 indocumentados, según la New York Immigration Coalition. La legislación se adoptó solo unas horas antes de que el presidente Donald Trump amenazara con deportaciones en masa. Andrew Cuomo, de hecho, planteó problemas a que se diera este paso por el temor de que la información sea utilizada por la policía migratoria (ICE, por sus siglas en inglés) para proceder a las detenciones.
El gobernador pidió a la Fiscalía que le ofreciera opciones para garantizar que ICE no pueda tener acceso a las bases de datos. La fiscal general del Estado, Letitia James, emitió una declaración diciendo que apoyaba la legislación, porque contiene “amplias protecciones” para los que solicitan el permiso de conducir. Sin embargo, evitó pronunciarse sobre lo que el Gobierno federal puede o no hacer.
Nueva York lleva casi dos décadas tratando de sacar adelante esta legislación. Eliot Spitzer intentó imponerla con una orden ejecutiva cuando fue gobernador hace 12 años. Tras los atentados del 11 de septiembre se puso como condición tener un número de Seguridad Social para poder solicitar el carnet. Ahora bastará con presentar un documento de identificación extranjero, como el pasaporte.
“Hacemos lo que consideramos que es lo correcto para la gente corriente”, declaró el senador demócrata Luis Sepúlveda, que patrocinó la propuesta legislativa, “independientemente de su situación”. Entre las organizaciones que apoyaban la iniciativa se encuentra el Business Council, porque aseguran que el permiso de conducir ayudará a los inmigrantes indocumentados a acudir a sus empleos.
Los republicanos, sin embargo, se opusieron porque opinan que se está dando un premio a personas que están violando las leyes migratorias. También se desmarcaron los demócratas que representan a distritos más conservadores en Nueva York como Long Island, que no se mostraron durante las últimas semanas muy dispuestos a discutir los términos de la Green Light Bill.
Una reciente encuesta mostró que el 50% de los neoyorquinos se oponía a esta iniciativa, principalmente en comunidades en los suburbios. Los defensores, sin embargo, insisten en que no solo dará un sustento a la economía local, también mejorará la seguridad en la carretera, ya que muchos indocumentados conducen sin permiso y operan sus vehículos sin estar asegurados.


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