Nuevo golpe en la factura de la luz: el precio subirá este miércoles un 18% y vuelve a superar los 100 euros por megavatio hora

Dos operarios trabajan en un tendido eléctrico a las afueras de Sevilla.
Dos operarios trabajan en un tendido eléctrico a las afueras de Sevilla.PACO PUENTES / EL PAÍS

La factura de la luz vuelve a dar un susto. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista repuntará con fuerza el miércoles —un 17,77% respecto al día anterior— hasta los 105,4 euros por megavatio/hora (MWh). Tras el pequeño alivio del fin de semana y la bajada notable de la luz del lunes, el coste de la energía supera de nuevo los 100 euros MWh, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE), que gestiona los mercados eléctricos de España y Portugal.

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Por franjas horarias, el precio oscilará entre los 126,84 euros/MWh que costará entre las diez y las once de la noche, y los 83,99 euros que se pagarán entre las cinco y las seis de la mañana. El alivio de los últimos días no se ha alargado en el tiempo, como vaticinaban los expertos, que consideran que estos precios altos (en cotas históricas) se mantendrán unos meses. No se prevé una bajada considerable hasta al menos la próxima primavera, ya que el mercado de futuros del gas natural no espera una reducción de su valor hasta entonces.

La batalla política que se desató la semana pasada en torno a la espiral alcista de la electricidad también se relajó desde el pasado viernes. Aunque esta nueva subida amenaza con abrir de nuevo la veda. El precio que marca el mercado mayorista impacta directamente en lo que pagan los 10,6 millones de consumidores que están en el mercado regulado por el Estado, conocido como PVPC. El resto, unos 16,2 millones que están en el mercado libre, también verán incrementada su factura, aunque lo harán más adelante, ya que las ofertas cerradas de las comercializadoras varían en función de la evolución del mercado mayorista.

El Gobierno ha intentado frenar hasta ahora la escalada del precio de la luz con una rebaja del IVA del 21% al 10% en la factura eléctrica y la suspensión temporal en el tercer trimestre del impuesto a la generación eléctrica (7%). Sin embargo, este alivio ya casi se ha agotado por el empuje del precio de la luz desde entonces, que se ha comido alrededor de dos tercios del ahorro. El resto de medidas del Ejecutivo en trámite solo tendrán un efecto a medio plazo. Los motivos de la escalada de los precios son ya conocidos: un gas muy caro en los mercados internacionales, por encima de los 40 euros el MWh, mientras que el mercado europeo de los derechos de emisión del CO₂ también presiona al alza al superar los 55 euros la tonelada, el doble que en 2020. Según detalló el Banco de España en un informe reciente, la mitad del encarecimiento de la electricidad se explica por el precio del gas y otro 20% se debe a los derechos de emisión.

Críticas al sistema de fijación de precios

El Ejecutivo ha buscado en los últimos días otros motivos para la subida de los precios en un contexto en el que la oposición reclama medidas contundentes cuanto antes. El Gobierno, además de culpar a los anteriores Ejecutivos del PP, ha apuntado asimismo a la configuración del sistema eléctrico. Pero Bruselas ha respondido con contundencia: el actual sistema de fijación de precios es el más eficiente y no va a cambiar las reglas del juego.

El pool eléctrico funciona a través de un algoritmo diseñado a escala europea por el cual las ofertas de venta de energía se ordenan de las más baratas (en general, las renovables) a las más caras (las que emplean combustibles fósiles como el gas). El cruce con las ofertas de compra fija un precio distinto para cada hora del día, al cual se retribuyen todas las centrales que participan en la puja. Es decir: marca el precio la última tecnología que entra, la más cara. De esta forma, a mayor demanda, será más complicado que solo con las renovables y la energía nuclear se pueda cubrir toda la necesidad energética. Si se consigue, por una abundante producción de renovables, como suele suceder en primavera, el precio será bajo. Pero si no se logra, el recibo de la luz será más caro. Algo que se repite siempre que hay fenómenos meteorológicos extremos, como el temporal Filomena en enero o la ola de calor de la semana pasada, que provocan un aumento de la demanda.


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