Nuñez: “Nosotros dimos el máximo en las finales”

Tras el repaso a nivel más individual de esta última temporada, Unai Nuñez incide ahora en cuestiones de carácter colectivo. En la final ganada en la Supercopa y las perdidas en la Copa, en la frustración que siente un deportista al caer derrotado en el encuentro decisivo, en lo que se puede hacer para que algo así no vuelva a repetirse.

Un título, dos finales de Copa el mismo año. Esta pasada temporada, pese a la frustración final, ha sido histórica para el Athletic. De eso no hay duda.

Por eso hay que mirarlo por los dos lados. Que un Athletic haya ganado una Supercopa a la Real, al Madrid y al Barça es muy complicado y, por otra parte, en dos semanas tener dos finales de Copa, la del año anterior y la de este mismo año, es inusual. Tiene mucho mérito. Hay que quedarse con ese lado positivo y entrenar y trabajar a tope para tener otra vez una final y poder traer la Copa. Que nosotros lo disfrutemos y la afición también.

¿Qué nota le pondría entonces a la temporada del Athletic?

No sabría decirle. Por unos lados muy buena y por otros con muchos aspectos para mejorar.

¡Impresionante, en cualquier caso, lo de la Supercopa!

Sí porque veníamos de un inicio de temporada un poco complicado. Tuvimos cambio de entrenador y que todo eso al final tarde tan poco en dar resultados… Ganar al Madrid y al Barça en una semana y llevarte el título tiene valor doble.

¿Todo lo vivido entonces, con tan ilusión desbordada en el entorno rojiblanco, pudo pasarles factura posteriormente en las dos finales de Copa?

Desde pequeñito siempre he sabido cómo se vive el Athletic en Bilbao y en toda España. Todos los aficionados del Athletic lo viven de la misma manera. Cuando ganas un título, ves con muy buenos ojos las finales. Con más optimismo. Pero al final pasó lo que pasó, se dieron los partidos como se dieron y, como le he dicho antes, a trabajar al máximo para tener más oportunidades y traer el título a casa.

El equipo venía de remontar en todas y cada una de las eliminatorias previas a la final de Copa ante el Barça. ¿Qué pasó ante la Real que tras el gol de Oyarzabal no llegó esa esperada reacción?

Tiene que quedar claro que nosotros dimos el máximo. Muchas veces, en lo que es el aspecto futbolístico, las cosas no salen como uno quiere, pero en lo que es trabajo no se puede dudar. Dimos el máximo, pero al final no jugamos como nosotros queríamos. Fueron mejores que nosotros en momentos concretos.

Cuando se pierde una final de Copa, en este caso dos consecutivas, ¿el futbolista duerme, no duerme, come, no come?

Es duro. La gente se pensará que los días que perdimos las finales de Copa nos fuimos a la cama tranquilos. Qué va. Todos estuvimos en nuestras habitaciones con los ojos como platos sin poder dormir.

Una curiosidad, por cierto. Con Garitano metían menos goles que con Marcelino, pero también les metían menos. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Que ahora queremos que no nos metan goles, en esa faceta tenemos que seguir trabajando e incidiendo.

Ya, pero como me decía Yeray hace unas semanas, uno de los problemas del Athletic es que ni antes ni ahora hay un jugador que en el Athletic meta más de diez goles.

Este año Berenguer se ha acercado un poco a esa cifra. Yo creo que no hace falta que uno meta diez o quince si al final sumamos todos a la hora de marcar goles porque es un trabajo de equipo. Primero se trata de no encajar tantos goles y luego ya meteremos nosotros.


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