Oceano: “La Real fue la mejor experiencia de mi vida”


Oceano Andrade (Cabo Verde, 57 años) pregunta por la situación en Donostia nada más descolgar el teléfono. Han pasado casi 30 años desde que aquel centrocampista con un físico imponente fichó por la Real para dejar huella junto a Carlos Xavier. Un tiempo que no ha erosionado el cariño con el que el ahora técnico ayudante de la selección de Colombia sigue recordando una etapa que define como la mejor de su vida.



¿Cómo está?

Estoy en Lisboa. Mi familia y yo estamos bien y en estos momentos vemos que eso es lo más importante. Sigo con mucha preocupación lo que está sucediendo en el mundo pero confío en que lo superaremos.

Hace casi 30 años que fichó por la Real. ¿Por qué conectó tan bien con la afición desde el principio?

En San Sebastián la gente ve la generosidad de las personas. Me acuerdo de los primeros partidos. Después de cinco jornadas éramos colistas. Además, Xavier se había lesionado la rodilla en un amistoso contra los Pumas. Pero la gente veía cómo se entregaban todos los jugadores en cada partido. Por la calle me decían que no me preocupase, que las cosas iban a cambiar. Y cambiaron. Terminamos clasificados para la UEFA, y si no fuese por ese inicio, habríamos peleado por la Liga.

Estuvo tres temporadas, desde la 91/92 hasta la 93/94. ¿Qué supusieron para usted?

Siempre digo que a mí la gente en Portugal me reconocía por la manera en que trabajaba. Técnicamente podría no ser el mejor, pero en entrega, trabajo y sacrifico no había uno mejor que yo. En San Sebastián,empecé a mirar cómo entrenaba el resto de jugadores y pensé ‘joder’. Perdona la palabra. Nunca vi un equipo trabajar tanto. Todos tenían una calidad que no encontré en Portugal y trabajaban a tope en cada entrenamiento y cada partido. Eso cambió mi forma de ver el fútbol. La Real ha sido la mejor experiencia de mi carrera, los mejores tres años de mi vida. Por el cariño de la gente, los compañeros, la maravillosa ciudad… Siempre tengo ganas de volver.

¿Lo ha hecho?

Sí, claro. Una de las primeras veces fue porque cuando San Pinto firmó por la Real le prometí que iba a ir a verle su primer partido. Yo todavía estaba jugando en el Toulouse y teníamos Liga, pero no jugué para ir a San Sebastián. Tuve algunos problemas con el club, pero ya les había avisado antes de firmar el contrato: “El primer partido de San Pinto con la Real tengo que ir a verlo, aunque coincida”. Y fui. He vuelto en más ocasiones; en algunas la gente me ha reconocido y ha sido especial sentir su cariño, pero muchas veces sólo se han enterado los amigos más próximos.

¿Mantiene el contacto con Carlos Xavier?

Sí, sí. Siempre digo en broma que he pasado más años durmiendo con Xavier que con mi mujer, o que él con la suya (risas). Es una amistad para toda la vida.

Tenían características muy complementarias.

Yo con Xavier tengo una sensación: con la calidad técnica que tenía y un poco más de suerte habría hecho una carrera mucho mejor. Y atención, que yo jugué con grandes como Figo, o contra Maradona, pero Carlos tenía tanta o más calidad técnica. Habré visto dos o tres como él. A pesar de que su carrera fue buena, podría haber sido mucho mejor.

¿Se lo ha dicho?

Claro, y a veces me enfadaba con él. Le decía: “Tú, con la calidad que tienes, puedes aspirar a más. Puedes ser el mejor del mundo”. Yo quería tener un poquito de su técnica. Yo, con un poco de su capacidad (resopla), volaba. Era sensacional.

¿Y él qué le responde?

¡Ah!, me dice que él con mi calidad física sería el mejor del mundo (se ríe).

¿Qué me dice de Toshack?

Creo que es el técnico que más me ha marcado, por su confianza y su exigencia. Con él había un lema: “Total libertad, total responsabilidad”. Mi forma de ver las cosas como entrenador tiene mucho que ver con lo que he aprendido con Toshack.

Siempre estará en la historia de la Real por marcar el último gol de Atotxa.

Y también marqué en el primer partido de Anoeta (sonríe). Pero la historia no se hace con esas cosas. Se hace con lo que queda en el corazón de la gente, con el cariño que te transmiten y que tú sientes. Eso es lo más importante. Si no hubiese hecho los dos últimos goles de la Real en Atotxa hoy tendría el mismo sentimiento por todo lo que viví en San Sebastián.

¿Es Atotxa el estadio más especial en el que ha jugado?

Sin duda. Venían el Real Madrid, el Barcelona o el Valencia, y no podían dar su 100%. Empezábamos los partidos ganando 1-0 por lo cerca que estaba la gente y cómo apoyaban. Ya no hay campos como Atotxa.

¿Ha seguido al equipo esta temporada?

He visto muchos partidos, por ejemplo el 3-4 de la Copa contra el Madrid. La temporada está siendo sensacional. El parón es una pena, pero la Real estaba volviendo a reafirmarse como uno de los grandes de España.

¿Qué jugadores le llaman la atención?

Muchos. Por ejemplo, Isak. Es fantástico, no sé si la Real va a poder aguantarlo mucho tiempo. Y hay que hablar de Mikel Oyarzabal. Es el Carlos Xavier del equipo, tiene mucha calidad, da asistencias, hace goles… En general, mantienen esa filosofía de siempre, con esos jugadores que vienen casi desde los partidos de la playa y con los que trabajan muy bien muchos años.

Y con su excompañero Imanol al mando.

Sí, ahí estaba peleando por la derecha con Fuentes. Es una gran persona y se ha transformado en un gran entrenador. Tiene un equipo con personalidad, que quiere la pelota. Ves que hay mucha calidad técnica en los jugadores pero también un gran trabajo desde el banquillo. Su labor es sensacional.

La carrera como técnico de Oceano está muy ligada a la de Carlos Queiroz. El exrealista es su asistente de confianza. Actualmente dirigen a la selección de Colombia. “Caímos en penaltis de la Copa América contra Chile y ahora, cuando ya teníamos un conocimiento casi completo de los jugadores, ha llegado el parón. Pero estamos contentos. Es un proyecto para jugar a ganar”. Su idea, después del Mundial de Qatar, es “volar solo”.



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