Ocho jugadores que rompieron los puentes entre Lim y Marcelino y Alemany


La destitución de Marcelino García Toral, como hace un mes la rectificada de Mateu Alemany como director general, llega tras un verano lleno de discrepancias con Peter Lim en la confección de la plantilla. Ocho futbolistas (que se sepa) fueron alejando las posturas de ambos bandos hasta la ruptura de este miércoles.



Toni Lato. Aunque todas las partes entendían que era mejor que dejara el club, la fórmula causó las primeras grietas. Cuando Alemany había pactado un traspaso por unos cinco millones fijos con opción de recompra los dos primeros años, desde Singapur se frenó la operación y se obligó a que fuera una cesión pura y dura.

Rafael Leao. Tras ser una de las revelaciones de la Liga francesa, el joven delantero firmó con el agente Jorge Mendes, amigo y socio de Lim, para dar su salto a la elite. Pero Marcelino García Toral tenía claro que a quien quería era a Maxi Gómez y a por él fue el club.

Rafinha (y Denis Suárez). Marcelino quería un centrocampista ofensivo polivalente y pensó en Denis Suárez, al que conocía del Villarreal, pero esa opción no entusiasmaba a nadie. Luego pensó en Rafinha y ahí sí que encontró la complicidad de Alemany. Se cerró con el Barça un traspaso pero Lim lo tumbó. Según el técnico en una reunión en Singapur les dijo que sólo llegaría cedido pero cuando también se apalabró esa opción con el club blaugrana, el singapurense cambió de opinión.

Kang In Lee. Marcelino cree que el surcoreano tiene un gran potencial pero que aún no es una realidad al nivel del Valencia y aconsejó que saliera cedido. Pero Lim, consciente de su tirón en Asia y tras ser elegido mejor jugador del Mundial sub 20, estaba convencido de que tenía sitio en la plantilla e impuso su permanencia al mismo tiempo que impedía que llegara algún centrocampista que e pudiera quitar minutos.

Rodrigo. Los dos Valencia, el de la capital valenciana y el de Singapur, acordaron a final de la temporada que el hispano brasileño saliera del club para hacer caja y afrontar nuevos fichajes. Pero Rodrigo rechazó la oferta del Nápoles y pasaron las semanas. Marcelino, para el que era pieza clave, y Alemany ya daban por hecho que se quedaba cuando, en el tramo final del mercado de fichajes, Lim cerró un acuerdo con el Atlético por sesenta millones. La falta de liquidez colchonera lo frenó pero el propietario mantuvo abierta la opción hasta el final sin garantizar un sustituto de nivel. Al final no hubo venta pero sí profundas heridas.

André Silva. Jugador de Mendes y pieza clave en la ‘operación Rodrigo’. La idea del súper agente era que el Valencia se lo comprara al Milan para que el club italiano tuviera liquidez y le comprara al Atlético a Ángel Correa y el club colchonero a la vez adquiera a Rodrigo. Pero Marcelino dijo que no lo quería.

Thierry Correia. Tras la lesión de Piccini pocos días antes del cierre del mercado de fichajes, Lim y Mendes cerraron el fichaje de Correia por 12 millones. El joven portugués gustaba a los técnicos del club pero se dudaba de la gran inversión que suponía y de que con apenas cinco partidos en el primer equipo del Sporting de Portugal estuviera listo para dar el salto a un Valencia de Champions.


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