Once claves de una temporada de contrastes


El Atlético de Madrid cerró la temporada 2018-19 en la segunda posición, como campeón de la Supercopa de Europa y entre los contrastes, con Antoine Griezmann de nuevo como su mejor goleador, con Jan Oblak como una garantía incuestionable, con la irrupción de Morata, la diferencia del Metropolitano a sus encuentros como visitante, la continua merma de las lesiones, las dudas de Diego Costa o el curso por debajo de lo esperado de Lemar.-

1 – LA LIGA DE CAMPEONES:

Ha sido el mayor borrón sin duda del curso, precisamente en una temporada que tenía marcada en rojo por el escenario de la final, el Wanda Metropolitano, y en la competición que más anhelo genera en el equipo, en el club y en el cuerpo técnico, más aún después de las dos finales perdidas de forma tan cruel en 2014 y 2016.El 3-0 en Turín, en el encuentro de vuelta de los octavos de final, fue un batacazo sin matices. Y sin excusas. El Atlético fue un equipo irreconocible en un momento definitivo y frente a Cristiano Ronaldo, con más lamento aún después de su fenomenal choque en la ida, en el que devoró al Juventus en su estadio (2-0).

Su eliminación marcó un antes y un después en la temporada. Fue el golpetazo más sonoro de la campaña por el desenlace pero también por su ‘desaparición’ competitiva en Turín. Ahí, a una eliminatoria de tal envergadura, se dirigió por el triste 0-0 con el que cerró la fase de grupos en Brujas. Si hubiera ganado, habría sido líder de su cuarteto, incluso a pesar del 4-0 que también encajó en Dortmund. La Copa
del Rey, igualmente, fue una decepción. En octavos de final se despidió de la competición, igualado 3-3 en su estadio por el Girona. Con el 1-1 de la ida, fue la eliminación del Atlético en una competición a la que siempre aspira, pero que no gana desde 2013, hace ya seis años, la última vez que jugó también la final.

2 – LA SEGUNDA POSICIÓN:

“No somos felices por terminar segundos, sí estamos contentos, porque la gente tiene que entender que en un campeonato donde están Real Madrid y Barcelona, seguramente los mejores del mundo, nos metimos nosotros entre medias”, exponía Diego Simeone en cuanto su equipo consiguió el punto que le faltaba para sentenciar esa plaza.Ha sido subcampeón por segundo año seguido. Los datos dictan que en los últimos quince años de la Liga, sólo el Atlético, en tres ocasiones (esta campaña, la anterior y 2013-14, cuando fue campeón), las tres con Simeone, y el Villarreal, con una, en 2007-08, han alterado las dos primeras posiciones para Barcelona y R
eal Madrid. A la vez, el técnico suma siete de siete en el podio desde 2012-13.

3 – LA SUPERCOPA DE EUROPA:

El título conquistado el 15 de agosto de 2018 en Tallin contra el Real Madrid, en la prórroga, con la remontada de un 2-1 en contra y con Diego Costa con una actuación imponente y dos goles, da una dimensión más amplia a la campaña del Atlético, por la transcendencia que tiene un éxito indudable. El séptimo trofeo de la era Simeone.En los 116 años del Atlético, ningún entrenador ha ganado tanto ya como él. Ni siquiera Luis Aragonés. Son tres títulos nacionales (una Liga en 2013-14, una Copa del Rey en 2012-13 y una Supercopa de España en 2014) y cuatro europeos (dos Ligas Europa en 2011-12 y 2017-18 y dos Supercopas en 2012 y 2018). Una de las épocas más grandes del club.

4 – GRIEZMANN:

Anunciada su marcha el pasado martes, cerró su paso por el Atlético contra el Levante y con unos números incontestables, que no admiten ninguna duda: 133 goles en 257 partidos, máximo goleador del club en los últimos 40 años, el quinto mejor de la historia y, por quinto año consecutivo, todos los que acumula en el equipo, su goleador más productivo, aunque este curso con sus peores cifras: 21 tantos. En la Liga, a la que corresponden 15 goles en 37 choques, por debajo de todos los cursos anteriores (21 en 2014-15 y 2015-16, 16 en 2016-17 y 19 en 2017-18), y entre todas las competiciones, con 21 dianas en 48 duelos.

Es un promedio de 0,43, inferior a todas sus actuaciones precedentes de rojiblanco: 29 goles en 49 choques -una media de 0,59- en 2017-18; 26 en 53 en 2016-17 (0,49); 32 en 54 en 2015-16 (0,59) y 25 en 54 en 2014-15 (0,46).Aun así, la dimensión de sus goles, sus asistencias y su fútbol para el Atlético ha sido incuestionable. Él ha sido un elemento esencial, bien como goleador o bien como asistente, con diez pases de gol a sus compañeros, en el 40 por ciento de los goles de todo el equipo. Su incidencia sólo fue mayor hace un año: 42 por ciento.

5 – OBLAK:

El portero menos goleado de la Liga por cuarta temporada consecutiva; un reconocimiento más para el mejor guardameta del mundo, de nuevo esencial para el Atlético, como un sostén indispensable en muchos de los encuentros del equipo este curso. Seguro, solvente, ágil, imponente, increíble, no sólo protege a su conjunto, sino que gana puntos con sus paradas, mientras acumula porterías a cero.

Aunque no ha sido el año más fiable defensivamente del Atlético en toda la era Simeone -de hecho es el ejercicio en el que más goles ha recibido, con 44 (36 en el caso del guardameta esloveno), con un 0,86 de media por partido, Oblak ha completado 25 partidos imbatido. Un líder esencial para el nuevo proyecto. Ha renovado hasta 2023.

6 – EL METROPOLITANO:

El Wanda Metropolitano ha cumplido su segunda temporada como una fortaleza para el Atlético. Allí ha jugado esta campaña 25 partidos de competición oficial, con un balance de 20 victorias, cuatro empates y sólo una derrota, 1-3 con el Real Madrid. Sólo el conjunto blanco, el Barcelona, el Girona, el Eibar y el Sevilla no han caído.Ha sido el mejor local de la Liga, a la altura del campeón, el Barcelona.

Son registros que dan la medida este curso del Atlético en su estadio, pero que también elevan la diferencia con sus actuaciones lejos de su casa, convertido en un visitante común, que ha atravesado con más dudas que certezas sus encuentros a domicilio.De sus 26 salidas de esta temporada, incluida la Supercopa de Europa ganada en Tallin el 15 de agosto, el Atlético ha ganado nada más diez. En cambio, ha empatado nueve encuentros y ha perdido siete. En concreto en la Liga, ha sumado menos de la mitad de los puntos que ha disputado como visitante: 28 de los 57.

7 – LAS LESIONES:

Ha sido un problema evidente. En el cuerpo técnico apuntan a la preparación veraniega, a una pretemporada diferente el pasado verano y a los condicionantes de la disputa del Mundial, pero el caso es que la secuencia de dolencias, sobre todo musculares, sufrida por el conjunto rojiblanco han sido una merma insufrible para el equipo.Hubo “dificultades en el aspecto físico”. Así lo ha admitido Simeone.

“Esperamos poder resolver estas situaciones, porque claro que es una virtud y una necesidad en nuestra forma de jugar”, apuntó el preparador argentino, que sólo ha dispuesto de todos sus efectivos para armar la convocatoria y el once en un partido, el primero del curso, la Supercopa de Europa en Tallin. Nada más.En los otros 50 choques restantes tuvo ausencias, por lesión, por sanción o por ambas situaciones y con especial incidencia en su línea defensiva. De la plantilla de 21 jugadores, sólo seis jugadores se han librado de perderse algún choque por lesión: Griezmann, Morata, Adán, Thomas, Rodrigo y Correa, aunque todos menos el guardameta sí se han perdido algún partido por sanción.

8 – DIEGO COSTA:

No tuvo una buena temporada en base a muchas lesiones que no le permitieron tener la regularidad que cualquier futbolista, y más con sus características, necesita. Y no tengo ninguna duda que la temporada que viene toda la rebeldía y todo el jugador que es en todas las situaciones que ha vivido esta temporada lo harán muy bien”, dijo Simeone sobre él, con el que cuenta para el nuevo curso.

Ha sido una temporada decepcionante de Diego Costa, con la excepción de su gran partido en la Supercopa de Europa, cuando anotó dos de los cinco goles con los que ha completado este ejercicio. Sólo ha jugado 21 de los 51 encuentros, 19 de titular, entre las lesiones que le mantuvieron de baja 21 partidos, entre ellas una operación en el quinto metatarsiano del pie izquierdo, y las sanciones que le dejaron fuera de ocho choques esta campaña, con especial énfasis en su imprudente expulsión en el Camp Nou.

9 – MORATA:

Su irrupción ha sido más que convincente en el Atlético, en el que ha encajado a la perfección en el equipo, más allá de sus números, seis goles en 17 partidos, 14 de titular. Y ha recuperado la felicidad. “Me gustaría estar en el Atlético de Madrid todo los años que me quedan de mi carrera”, anunció esta semana.Cedido por el Chelsea por año y medio, el club londinense tiene opción de recuperarlo, pero siempre la última palabra la tiene al Atlético, que cuenta con Morata para el próximo curso, además como un hombre de especial transcendencia para el nuevo proyecto y para el esquema de Diego Simeone por su ambición, su estilo y sus goles.

10 – LEMAR:

Fichado por 70 millones de euros el pasado verano, la inversión más fuerte en una contratación de la historia del club, su fútbol, las sensaciones y los números expresan un año por debajo de las expectativas, a pesar de la confianza constante de Simeone. Ha jugado 43 choques, 31 de titular… Y ha aportado nada mas tres goles y cuatro asistencias; muy poco para un jugador de su talla.Su temporada desprende dudas, pero su pasado y sus cualidades ofrecen esperanza para el futuro. “Es un jugador diferente, que no tenemos en la plantilla como características”, dijo Simeone. “Este año le ha costado. Pero no tengo ninguna duda de que el año que viene tendrá una temporada fantástica”, avanzó el entrenador.

11 – LOS NÚMEROS:

51 partidos oficiales, 30 victorias, 13 empates, 8 derrotas, 79 goles a favor y 44 en contra. Son las cifras del Atlético en esta temporada. Ha ganado un 59 por ciento de sus partidos, ha empatado un 25 y ha perdido un 16; baremos en una horquilla similar a otros cursos de la era Simeone. No son los mejores ni tampoco los peores. En su mejor año, 2013-14, promedió un 10 por ciento más de triunfos.Transformados en hechos esta campaña, suponen un título -la Supercopa de Europa-, el subcampeonato en la Liga por segundo año seguido y las eliminaciones en los octavos de final tanto en la Liga de Campeones, con el sonoro 3-0 en Turín, como en la Copa del Rey, cuando el 3-3 del Girona en el Wanda Metropolitano fue definitivo.


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