Osasuna ha realizado un entrenamiento bastante exigente en la víspera de sus dos enfrentamientos con el Burgos y el Mirandés, una jornada que pondrá a prueba el estado físico de los hombres de Jagoba Arrasate a tan solo una semana de iniciar la Liga.
El conjunto rojillo ha completado la tercera sesión de entrenamiento de la semana que ha girado en torno a ejercicios de activación, de técnica, acciones combinadas y fútbol.
Arrasate ve cómo el partido ante el Sevilla de la primera jornada está a la vuelta de la esquina y no quiere ni la menor relajación dentro de la plantilla. Se prevé una temporada muy pareja y exigente y el técnico de Berriatúa quiere tener a sus chicos a punto. Las lesiones, salvo pequeñas excepciones, están respetando a los jugadores.
La novedad de la mañana ha sido la vuelta de Róber Ibáñez, un futbolista que llevaba varias semanas entrenando individualmente y que lo más seguro es que salga del club durante navarro este mercado veraniego.
Aitor Fernández y Budimir han continuado realizando trabajo individual, mientras que Rubén García se ha ejercitado con menor carga de trabajo. Por su parte, Kike Saverio continúa con su proceso de recuperación.
Osasuna cuenta con casi todas sus piezas disponibles para cerrar una pretemporada que comenzó el 8 de julio en plenos Sanfermines y en la que se han ido incorporando los cuatro fichajes, Rubén Peña, Aitor Fernández, Manu Sánchez y Moi Gómez.