Óscar Salazar, el medallista mexicano que ahora da preseas a Egipto


Cuando la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 parece mostrar una profunda crisis que la alejado del podio, Óscar Salazar dio una sorpresa al sumar un par de medallas para el equipo de Egipto.

Salazar, medallista olímpico en taekwondo en Atenas 2004, es el primer mexicano que consigue preseas en Juegos Olímpicos como deportista y como entrenador.

De 43 años y originario de Ciudad de México, el hijo de Reinaldo Salazar -ex entrenador de la selección nacional de Taekwondo-, ganó medalla de plata en Atenas 2004, donde su hermana, Iridia, se llevó el bronce en la rama femenil.

Sin embargo, al no encontrar apoyo en México para desarrollarse como entrenador de la especialidad que domina, aun cuando dirigió a la selección nacional juvenil y que se tradujo en 12 medallas en Mundiales y otras dos en los Juegos de la Juventud, optó por seguir su sueño en otro país.

Así, primero decidió probar fortuna en Estados Unidos y después en Ecuador, pero fue Egipto el país que le ofrecería las mejores condiciones para crecer y desarrollarse.

El chino Li Fabin sorprendió al mundo con el uso de una extraña técnica nunca antes vista que ya le llaman “el flamenco”.

“En los Juegos Olímpicos de la Juventud de Argentina (2018) me hicieron una propuesta formal y me dijeron que estaba considerado como la opción número uno para ayudar a la selección de taewkwondo de Egipto a clasificar a los Juegos Olímpicos”, dijo Salazar en una entrevista.

Y en Tokio 2020 empezó a escribir una nueva y exitosa página. Como entrenador del equipo egipcio, el mexicano condujo al podio olímpico a sus discípulos Hedaya Malak y Seif Eissa -ambos medallistas de bronce- en las categorías -67 kilos y -80 kilos. 


Source link