Otro error condena al Athletic

No pudo ser. Todas las ilusiones se fueron al traste al comienzo de la segunda mitad en otro error de los rojiblancos, como ha ocurrido en un buen número de partidos desde la llegada de Marcelino. La Real marcó el gol de triunfo después de un gran pase de Merino que vino precedido de un fallo de Yeray. Hasta ese momento, el central de Barakaldo estaba realizando un gran partido, al igual que su pareja en el eje de la zaga, Iñigo
Martínez, pero su error a la hora de sacar el balón fue aprovechado por el navarro para meter un gran pase a Portu.

Iñigo derribó al extremo derecho dentro del área. Estrada
Fernández no lo dudó, pitó penalti y roja directa al central de Ondarroa, pero el catalán, a instancias del VAR, donde estaba Iglesias
Villanueva, fue a revisar la jugada al televisor. Finalmente, el árbitro principal en el terreno de juego mantuvo la pena máxima pero dejó la infracción del central rojiblanco en una amarilla. Oyarzabal, que había fallado tres de los últimos cuatro penaltis, no erró en esta ocasión ante Unai
Simón. El Athletic se ponía en desventaja en el marcador, pero al menos mantenía a los once jugadores sobre el campo.

Marcelino reaccionó de inmediato dando entrada a Unai
López por Vencedor y al de ocho minutos relevó a Dani
García y Berenguer por Vesga y Villalibre.

El equipo bilbaíno lo siguió intentando hasta el final, pero el marcador ya no se movió y la Copa se fue para Donostia.

Lo cierto es que el Athletic no jugó su mejor encuentro en La Cartuja. El choque se fue al descanso con empate a cero goles. El equipo rojiblanco comenzó bien el partido, haciendo la típica presión sobre la salida de balón del rival, pero poco a poco el conjunto txuri urdin se fue estirando con un Silva muy activo en los primeros treinta minutos. El canario fue el mejor en la primera mitad entre los 22 jugadores que salieron de inicio. Cuando bajó el ritmo en la última fase del primer periodo, su equipo lo acusó. El Athletic también echó en falta un mayor protagonismo de Iker
Muniain en los primeros treinta minutos, aunque el de la Txantrea comenzó a funcionar al final de la primera parte. La mejor ocasión en este periodo fue un lanzamiento con la derecha de Iñigo Martínez que tuvo que desviar Remiro. La segunda parte comenzó de mala manera con una mano del de Ondarroa casi en la misma línea del área. Pareció ser un presagio de lo que vendría después. El penalti marcado por Oyarzabal que dio el título a la Real.


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