Los Boston Celtics están en plena crisis de juego desde el retorno a la competición tras el parón por el All Star. En esta fase previa al momento definitivo de los playoffs, el referente de la primera mitad de la temporada en la NBA ha caído de la primera posición en la Conferencia Este e incluso se ve amenazado por los Philadelphia 76ers en la lucha por la segunda. Con un balance de 5 victorias y 5 derrotas desde el regreso de las mini-vacaciones, los vigentes finalistas de la NBA se han alejado mucho de su juego arrollador de los meses anteriores.
Además de las malas sensaciones y los malos resultados, en las últimas horas Boston ha recibido otra mala noticia para la estabilidad del grupo. Damon Stoudamire, número dos del cuerpo técnico del debutante Joe Mazzulla, ha aceptado la oferta de la Universidad Georgia Tech para convertirse en entrenador jefe en la NCAA. La partida del técnico asistente es otro elemento desestabilizador cuando falta apenas un mes para el arranque de los playoffs en la NBA.
El exjugador, número 7 del Draft en 1995, era el principal ayudante dentro del cuerpo técnico de los Celtics con experiencia previa en la competición como jugador. Su papel de puente entre el staff y los jugadores ha resultado clave en la buena relación de Mazzulla con sus pupilos, que permitió que los técnicos de los C’s llegaran al All Star con el equipo líder de la conferencia.
El recorte de talento en el cuerpo técnico empieza a ser preocupante en el seno de la franquicia de Boston. Desde junio del año pasado, han perdido a tres de sus perfiles más prominentes. Primero, Will Hardy, el número dos de Ime Udoka, se marchó a los Utah Jazz para ejercer de entrenador principal con los de Salt Lake City. Luego saltó el escándalo entorno al técnico que llevó al grupo a las Finales de la NBA el curso pasado, un lío de faldas que ha terminado por apartarle definitivamente del equipo. Mazzulla, tercer entrenador asistente bajo la dirección de Udoka, asumió con éxito las responsabilidades de dirigir el grupo como entrenador jefe interino, una etiqueta que le levantó la dirección antes del All Star.
La partida de Stoudamire, sin embargo, es otro revés para una plantilla muy competitiva que ha debido navegar muchos cambios de rumbo en el seno del cuerpo técnico que les dirige. Ahora cabe ver cómo reaccionan a este último mazazo a menos de un mes para que arranque el momento de la verdad en la NBA.