Otro récord para el Madrid: ni una falta en contra

Otro récord para el Madrid: ni una falta en contra

Nada que objetar a la victoria del Madrid en la Supercopa. El factor Tavares, los tres triples de Llull consecutivos y una mentalidad mucho más ganadora propició otro título blanco. Al final, Jasikevicius, además de lamentar de la cantidad de faltas absurdas cometidas por sus jugadores en momentos clave, hizo una aportación pertinente: “Me pregunto sobre el criterio para pitar las faltas, hay que hablar sobre esto”. Hablemos. En 45 minutos, al Barça le pitaron 27 faltas personales, por solo 14 al Madrid. El Real lanzó 33 tiros libres, por solo 20 el Barça

Pero pongamos que todas esas faltas estaban bien pitadas. Lo que sorprende del arbitraje de Hierrezuelo, Conde y Aliaga es que, en todo el primer cuarto, al Madrid no le señalasen ni una sola falta personal. Desde que el baloncesto se juega en España en cuatro tiempos de 10 minutos, no había visto un encuentro donde un equipo terminase sin mácula durante todo un período. Pues pasó en una final con tensión (raro) y entre Barça y Madrid (todavía más raro). 

Pero, ¿qué pasó al final del partido? Que el criterio arbitral permisivo al inicio cambió por completo al empezar el último cuarto. De pronto, el Madrid se puso en bonus antes del primer minuto, por haber cometido cuatro faltas consecutivas en un santiamén. Ilógico, también. La ley de la compensación, de ver que un equipo estaba disparado de faltas respecto al otro. Tampoco se entiende el criterio en las faltas en el bloqueo de un atacante. En todo el partido no pitaron ni una. En otros encuentros, se hinchan a pitar cualquier leve movimiento de cadera del pívot que sale a bloquear. No hay quien lo entienda.




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