Oyarzabal le da al poste: no puede emular a Arconada

Mikel
Oyarzabal es un ganador y estaba hundido cuando, a eso de las doce menos veinte de ayer noche, Jorginho anotaba el penalti definitivo y daba el pase a Italia, alejando a España del sueño de la final de la Eurocopa. Quizá las cosas habrían sido de otro color en el caso de haber estado en el campo el ‘10’ de la Real, un auténtico especialista en esta suerte, pero ya había sido sustituido. Así las cosas, el ‘10’ realista no podrá emular al gran Luis
Arconada, único txuri urdin en alcanzar una final de este torneo, en 1984. ¿Vacaciones para Mikel? Nada de eso, ahora a la concentración con la Olímpica. La rueda del eibarrés no deja de girar.

Oyarzabal fue una de las novedades en el ‘once’ de España y cuajó 69 guerreros minutos de constante búsqueda del gol. Le faltó temple para encontrarlo y gozó de la ocasión más nítida para celebrarlo unos minutos antes del tanto transalpino, pero, ante Donnarumma, apenas llegó a rozar con la frente un caramelo de centro de Koke.

El realista comenzó el choque abierto por la derecha y fue un quebradero de cabeza por su dinamismo, sus apariciones por dentro y sus rupturas a la espalda. En el 12’, Pedri le habilitó en profundidad con maestría leyendo el desmarque que le tiró el eibarrés, al que el cuero se le enganchó atrás. Poco después, el canterano realista firmó una gran dejada a Olmo, que engatilló por dos veces sin éxito y quiso que el balón conociera la temperatura de la estratosfera británica. Casi cuelga el cuero en lo alto del Big Ben.

Generador sin punch

Tras el descanso, fue el gran generador ofensivo de los hispanos, aunque sin punch. Tras una galopada, sirvió un cuero cinco tenedores a Busquets, cuyo intento salió lamiendo el larguero. El realista también recortó en una baldosa y empaló desde la frontal, pero demasiado centrado. Terminó, invadido por la ira, pateando con los tacos el poste por la increíble ocasión fallada. Tuvo tiempo para amortiguar otro esférico a su alter ego, Olmo, antes de ser sustituido por Gerard
Moreno.

Llegaron el gol del empate de Morata, la prórroga y los penaltis sin Mikel. Pena máxima.


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