Oyarzabal y Remiro hacen feliz a Ibon





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Las más de 31.000 almas que se dieron cita en Anoeta en la tarde de ayer esperaban tener una Víspera de Reyes feliz. Los primeros caramelos cayeron con el gol de Willian
José, pero los tantos de Trigueros y Cazorla trajeron carbón anticipado para la tarde de Reyes. Sin embargo, los únicos que se fueron alegres a la cabalgata de sus majestades fueron los niños, especialmente Ibon.

La Real brindó una sorpresa a un pequeño hincha realista que ha pasado una mala época en el hospital. El pasado jueves Barrenetxea, Odegaard y Willian
José visitaron y conocieron al pequeño, que esperó ansioso la cita. La mejor medicina posible. Para más inri, el club quiso darle un regalo de Reyes anticipado invitando a Ibon y a su familia a conocer a los jugadores de la plantilla además de aventurarse por las entrañas de Anoeta.

El pequeño Ibon pudo conocer a los jugadores y pasar un gran rato sobre el césped. Con quien más congenió fue con el capitán Oyarzabal y con Remiro, que tuvo que morder el polvo ante el chaval: “Le he metido más de un gol a Remiro”, dijo sonriente Ibon a las cámaras del club. Tanto el portero como la joven promesa disputaron sobre la portería del fondo sur de un pequeño partidillo.

Ibon y Remiro juegan en el césped de Anoeta
Ibon y Remiro juegan en el césped de Anoeta

“Mi jugador favorito es Agirretxe”

Ibon y sus aitas, Oihane y Oscar, pudieron charlar durante un buen rato con la plantilla de la Real en el banquillo. Preguntado por quién de los jugadores era su favorito, el pequeño se acordó del anterior ‘9’ txuri urdin: “Me gusta Imanol
Agirretxe”. El niño ya vuela hacia la recuperación.

Pero todavía faltaban más sorpresas. Después de recoger un “balón, un peto, un estuche y la segunda equipación”, Jokin
Aperribay regaló al pequeño la camiseta txuri urdin: “Para él ha sido un chute de energía tremendo”, dio las gracias la ama.

El resultado no fue el esperado, pero Ibon y su familia celebraron con fuerza el primer gol de Willian
José saltando hacia atrás como gran parte de los aficionados. El último obsequio que recibió fue la camiseta de partido de Mikel
Oyarzabal, que subió a la grada para otorgársela en mano al niño: “Estaba mojada por el sudor”, reía Ibon. Tanto el ‘10’ como Remiro se han querido acordar del chaval también en las redes sociales. Este tipo de gestos hacen incluso más grande a la Real.


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