Imagínense por un momento que el cambio en el banquillo del Athletic hubiese sido al revés. Que Marcelino fuese el entrenador destituido y Gaizka Garitano su sustituto. ¿Qué se hubiese dicho en el entorno rojiblanco de que el técnico deriotarra llegase a Lezama con un grupo de trabajo compuesto por siete personas, él incluido? ¿Y de que dos de esos profesionales fuesen familiares directos del propio Garitano y de Patxi Ferreira, su segundo?
El club bilbaíno, una vez más, traga con todo. Jabo Irureta utilizó en su día un refrán en euskera para referirse a esta particular dicotomía: “Etxean otso ,kalean uso” (en casa, con los de casa, lobo; en la calle, con los de fuera, paloma). Imagínense también que a Garitano le da nada más llegar al banquillo por sacar del equipo titular a Berenguer, el cuarto fichaje más caro de la historia del club. Por cierto: 35 millones de pérdidas reconocidas por el propio club más 10 millones de euros invertidos en un nuevo jugador, despido de los dos entrenadores y el preparador físico del primer equipo y contratación de un nuevo grupo de trabajo compuesto por siete profesionales… ¡Vaya gestión!
Suerte Gaizka, te la mereces, y bienvenido y mucha suerte Marcelino. El Athletic continúa
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