“Para ganar en el Bernabéu hay que marcar más de un gol”


Alberto López debutó en el último partido de Copa que jugó la Real frente al Real Madrid. Fue un 4-1 en Atotxa que apunto estuvo de voltear el 4-0 del Bernabéu. Fue el inicio de una trayectoria de 14 años en los que fue capaz de ganar en Liga en Chamartín (0-2 en la 93/94).



Vaya noche para debutar aquella. ¿Cómo recuerda aquel día?

Por aquel entonces entrenaba con el primer equipo, pero pertenecía al Sanse y me cambiaba solo en el vestuario del filial. Antes era así. Al acabar el entrenamiento, vinieron Toshack y Salva Iriarte y el galés me dijo: “¿Cómo verías jugar esta noche?”. A mí se me saltaron los ojos y le dije: “Encantado, pero es un marrón”. John no entendió la expresión y le dijo a Salva: “¿Qué ha querido decir?”. Iriarte se lo explicó y me replicó: “¿Pero no quieres jugar?”. Le dije que claramente sí, pero claro, debutar en casa, en Atotxa y ante el Madrid… Él se quedó dudando y con John nunca se sabe. Resulta que fue un partido espectacular y para mí ahí empezó todo.

El ambiente fue espectacular, fue una de esas noches mágicas, de Copa de ganas de ganarle al Madrid. Empezamos muy bien, nos pusimos rápido 1-0, pero nos empataron enseguida y fue un poco bajón. Pero en la segunda parte fuimos un vendaval. Fuimos a todo o nada, sin el respeto que se le tiene al Madrid. En el descanso dijimos: podemos ser héroes o irnos con una goleada. Y fue un espectáculo. Enseguida nos dio la sensación de que podíamos y lo de Atotxa fue increíble. Con el gol de Carlos Xavier nos íbamos a la prórroga, pero el árbitro había pitado antes una falta a favor nuestra. Fue un 4-1 al final y me fui super satisfecho.

Por aquel entonces no imaginaría que era el inicio de una carrera tan larga…

Claro. Yo debuté en ese partido y luego en Liga jugué en el Calderón, en el Bernabéu, el último partido de la historia de Atotxa y cerré la Liga en el Camp Nou el día que el Madrid perdió una de las ligas de Tenerife. Con 23 años mira qué partidos había jugado. Dije, ya me puedo morir. Ya había jugado en los mejores campos y había cerrado Atotxa. Luego hubo mucho más, pero entonces me di cuenta de lo que te cambia la vida en un momento. Quizá si no se hubiera ganado aquel partido en Atotxa, Toshack no me hubiera dado continuidad.

También ha ganado en el Bernabéu y lo hizo precisamente junto a Imanol…

Sí, en el Bernabéu sacábamos puntos. Así como en el Camp Nou era casi imposible, la última vez que empatamos marcó Imaz, en el Bernabéu hemos sacado mejores resultados. Por su forma de jugar, hay momentos que el Madrid te da ‘chances’.

¿Qué debe hacer esta Real para ganar allí?

Si algo veo que tiene Imanol como impronta es que vaya donde vaya va a ser dominador, a intentar tener el balón, a disputárselo al rival y a hacer daño. Es básico que jugadores como Mikel y Odegaard se sientan cómodos y aparezcan en el juego porque ellos son los que están creando mucho juego de ataque. A día de hoy, si la Real hace buenos partidos, es cuando es protagonista en ataque. Si le toca sufrir mucho a nivel defensivo y le cuesta salir y no consigue imponer el ritmo de juego, le cuesta. Si es protagonista y mete el susto en el cuerpo del Bernabéu y se empieza a oír el murmullo… Pero lo que parece claro es que en el Bernabéu, si quieres ganar tienes que marcar más de un gol.

¿Con este Madrid es más difícil que jueguen cómodos los Odegaard, Oyarzabal, Merino y compañía?

Sí. Zidane ha conseguido tejer una tela de araña en el centro del campo y, sin llegar a los límites de Simeone, ha puesto cinco centrocampistas más Benzema, que baja mucho a recibir, y tiene mucha gente por detrás del balón, con lo que aun perdiendo el balón consiguen que les generen poco. Sin ser muy vistoso, está en una racha muy buena de resultados. Ha habido mejores momentos para meterle mano.

La Real copera es escandalosamente joven. ¿Para el Bernabéu hay que tirar de veteranos?

Es a un partido y la juventud lo que también tiene es descaro. Yo veo que Imanol no mira el carnet de identidad a la hora de meter gente. Ni siquiera los partidos jugados. Está mirando lo que necesita en cada momento y si necesita romper el partido meterá gente joven y rápido y si no, buscará otro perfil. Pero es importante que el equipo no pierda esa sensación de descaro y frescura, que es lo que le está dando la grandeza a la Real.

Usted era uno de los hombres de peso en la plantilla cuando Darko Kovacevic se sacó esas fotos con la camiseta del Madrid, que se ha traído a colación al relacionarlo con el caso de Willian José, que se negó a jugar ante el Espanyol. ¿Cómo gestiona esas situaciones un vestuario?

En el caso de Darko no fue agradable ver a un jugador con las connotaciones que tenía con la camiseta del Madrid. Luego habló con el vestuario, pidió disculpas, también a la afición… Luego el tiempo pasa, pero sí que es verdad que en un jugador tan querido como él se vio como una especie de traición. Una cosa es que el jugador se vaya, pero es que en su caso no hubo nada. Salió con la foto en la portada. Pero el tiempo y sus goles acallaron el tema. Es así. Hay que entender también la ambición personal del jugador en un momento dado


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