Parejo tumba al Girona en el 101 de partido

El Girona se marchó totalmente indignado de La Cerámica, donde el colegiado de la contienda, el madrileño Carlos del Cerro Grande, montó un nuevo ‘show’ al que terminó sucumbiendo el equipo de Míchel (1-0). El árbitro señaló hasta tres penaltis a favor del equipo ‘groguet’ en los instantes finales. En el primero (78’), el VAR le corrigió, aunque Santi Bueno fue expulsado tras ver la segunda cartulina amarilla; en la segunda pena máxima, que tampoco lo era, Gazzaniga detuvo el lanzamiento de Gerard Moreno y en el tercero, muy riguroso, Parejo anotó el gol de la victoria local en el minuto 101 tras acertar desde los once metros y acabar de esta forma con las esperanzas y el sacrificio rojiblanco.

El dominio se tiñó de amarillo desde el primer momento. Quique Setién planteó un partido buscando lo que más dolor le produciría al Girona, no tener el balón. Los de Míchel se vieron sometidos a correr detrás del esférico al ritmo que propuso el cuadro local.

Tranquilidad y sosiego. El Submarino Amarillo distribuyó a uno y dos toques esperando la presión rojiblanca. Vino, precisamente a fuego lento, la primera doble ocasión del combinado castellonense. Yeremy Pino se encontró con la madera y, posteriormente, Baena se topó con la mano prodigiosa de Gazzaniga.

El Villarreal tuvo controlado el choque por completo, mientras el Girona apenas tuvo tiempo para enlazar más de cinco pases consecutivos, algo que no les había sucedido en ninguna de las 17 jornadas anteriores. Stuani, sin embargo, rascó la primera para los suyos. Iván Martín se deshizo de Pau Torres y el centro le cayó al charrúa, quien no acabó de golpear bien el balón ante Pepe Reina. Los rojiblancos la tuvieron en sus manos o, mejor dicho, en sus pies.

A pesar de no ser un encuentro muy bronco, Del Cerro Grande ofreció un auténtico recital de cartulinas amarillas. Poco a poco, el Girona pudo avanzar algunos metros. El peligro y los disparos del submarino hicieron reaccionar a los rojiblancos, quienes emprendieron algunas acciones en forma de centro buscando, principalmente, la testa de Stuani. No se llegó al descanso apaciguadamente, ya que Jorge Cuenca tuvo que ser atendido con el rostro ensangrentado por un choque con el cogote de su compañero Mandi.

Tras el descanso, el Girona tuvo más protagonismo con el balón que en los primeros 45 minutos, pero con el paso del cronómetro los locales minaron de nuevo el juego que los de Míchel intentaron proponer ante un insistente Villarreal. Parejo, Capoue y Baena lo intentaron, pero se encontraron una y otra vez con el muro catalán.

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Bueno, baja ante el Barça

Fue precisamente Baena quien buscó las cosquillas a Santi Bueno. El almeriense se llevó las manos a la cara y Del Cerro señaló la pena máxima (78’). Penalti y expulsión de Bueno, que será baja frente al Barça. Sin embargo, el VAR le tuvo que corregir al árbitro e indicar que la falta era fuera.

Del Cerro siguió con sus despropósitos. En el minuto 93 pitó un nuevo penalti de Oriol Romeu sobre Pau Torres, a pesar de que el jugador del Girona había despejado el esférico. En esta ocasión, el VAR no corrigió la polémica acción. Gerard Moreno lanzó y Gazzaniga detuvo el lanzamiento.

En pleno descuento, Del Cerro señaló la tercera pena máxima del partido por un agarrón mutuo dentro del área entre Pau Torres y Juanpe. Una jugada de esas que no se pitan en la mayoría de ocasiones. El VAR tampoco quiso entrar esta vez y Dani Parejo acabó marcando de penalti el gol del triunfo del Villarreal en el minuto 101. No hubo tiempo para más porque en cuanto el gol subió al marcador, Del Cerro señaló el final.