El Real Madrid visita Son Moix en un partido trampa para el líder de la competición. Los blancos llegan a esta cita con muchas e importantes bajas en el centro del campo y enfrente tendrá un rival más descansado y que tiene la urgencia de sumar para dejar de ocupar los puestos de descenso. Zidane no se fía ni un pelo de este partido y no quiere que nada ni nadie distraiga a los suyos con cosas como la fecha del Clásico o su conversación con Pogba en Dubai en este parón por selecciones.
Zidane, eso sí, se ha visto aliviado por el aplazamiento del Clásico del día 26 porque recuperará a jugadores importantes y podrá centrar sus esfuerzos en el choque de esta noche y, sobre todo, en el de Estambul ante el Galatasaray en el que el Madrid se juega su ser o no ser en la Champions. El técnico quiere llegar a esa cita clave con una victoria más en Liga que le mantenga en lo más alto de la tabla. Sabe que eso le dará confianza a un equipo en el que Zidane deberá decidir si reserva a alguien para el duelo de Estambul.
Lo que sí está claro es que Zidane deberá rehacer esta noche su centro del campo en el que no están los lesionados Modric y Kroos. James deberá reconvertirse a centrocampista acompañando a Casemiro y Valverde, los únicos centrocampistas natos que tiene sanos en el equipo. Sanos, pero cansados porque ambos han jugado con sus selecciones con viajes transoceánicos de por medio.
Atrás, todo apunta que Militao jugará por Varane, con molestias, y regresará al equipo Marcelo ya recuperado de su lesión. Arriba, Benzema y Hazard son fijos mientras que Zidane deberá buscarle un sustituto al lesionado Bale. Isco y Vinicius se juegan ese puesto porque Lucas Vázquez es baja por lesión.
El Mallorca, por su parte, ha trabajado estos días su autoestima para intentar doblegar al Real Madrid y, sobre todo, frenar la sangría en Son Moix. Los bermellones han dejado escapar siete de los últimos nueve puntos disputados en su estadio. Vicente Moreno, entrenador del Mallorca, probablemente recurrirá al once que viene alineando desde Segunda B, con la única excepción del ex madridista Aleix Febas y es casi segura la ausencia en el once del japonés T
ake Kubo. Lo que está asegurado es un lleno histórico en Son Moix con 25.000 aficionados en las gradas
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