Donde hay felicidad y buen rollo está ella. Garantiza que el equipo esté unido, como hace sobre el césped
Su llegada al club azulgrana coincidió con la profesionalización del equipo en 2015, y desde entonces no se entiende el Barça femenino sin Patri Guijarro (24 años), dentro y fuera del campo. Sobre el terreno de juego es el termómetro, la batuta, la encargada de sostener el equilibrio del equipo y la escudera en ese medio del campo de ensueño. Fuera es la alegría del vestuario. Donde hay felicidad y buen rollo está ella. Garantiza que el equipo esté unido, como hace sobre el césped, y después de muchos años puede decir orgullosa que en algunos casos más que compañeras tiene amigas para siempre.
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