Pep, sin Champions diez años y un día después de Wembley

Justo diez años y un día después de la lección magistral con la que el Barcelona por él dirigido se proclamó campeón de Europa contra el Manchester United en Wembley (3-1), el Manchester City de Pep Guardiola no pudo cumplir este sábado su sueño de ganar la Champions por primera vez (0-1). La conquistó el Chelsea.

Aquel 28 de mayo de 2011 el Barça no solo ganó por cuarta vez la Champions (con Luis Enrique llegó la quinta, en 2014-15) sino que además lo hizo con un fútbol sublime. Con un juego que ya forma parte de la historia de este deporte. Pedro, Leo Messi y David Villa marcaron ante un United que empató el primer tanto azulgrana con el de Wayne Rooney antes de sucumbir en la segunda parte ante la lección magistral del equipo que dirigía Pep Guardiola.

Pep volvía en Oporto a una final de Champions, la primera desde aquella de Wembley, soñando con lograr la cuarta de su carrera tras haber conquistado con el Barcelona una como jugador (1991-92) y dos como entrenador (2008-09 y 2010-11). Pero no pudo ser. El duelo inglés fue para el Chelsea. Al City y a Pep Guardiola les toca seguir esperando pese a la enorme calidad de este equipo.

El gol de Havertz y la lesión de De Bruyne

La final no solo se le complicó al City de Pep Guardiola cuando marcó Kai Havertz en el minuto 43 a pase de Mason Mount, sino que además en el 60’ Kevin de Bruyne, el mejor jugador ‘citizen’, tuvo que retirarse, entre lágrimas, tras un fuerte choque con Antonio Rüdiger. La lesión del astro belga acabó de marcar el signo de la final, aunque los ‘citizens’ tuvieran ocasiones para empatar.

Pero el City nunca estuvo cómodo en la final que soñó sería su final. La del Do Dragao fue la final del Chelsea de Thomas Tuchel, que ganó la segunda Champions de la historia del club ‘blue’. El Kun Agüero no pudo despedirse del City con el ansiado título. El campeón de la Premier se quedó sin esa Champions por la que tanto tiempo lleva luchando. Se la llevó el Chelsea, cuarto del campeonato inglés y derrotado por el Leicester en la final de la FA Cup, rumbo a Stamford Bridge.


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