La Cancillería boliviana y la embajadora mexicana tampoco llegaron a un acuerdo sobre los casi 30 asilados en la embajada de nuestro país.
La embajadora mexicana en Bolivia y la nueva ministra de Relaciones Exteriores de ese país hablaron este viernes de dos temas: Evo Morales y sus declaraciones públicas, así como los cerca de 30 asilados en la embajada de México en La Paz, sin que llegaran a algún compromiso bilateral.
La Cancillería boliviana, que encabeza Karen Longaric, solicitó a la diplomática de México, María Teresa Mercado, una prohibición para que Evo Morales deje de utilizar su país como “un sitio de operación política”, a través de declaraciones públicas ante los medios de comunicación.
La embajadora mexicana no otorgó ninguna respuesta o acuerdo al respecto. De hecho, no hay un reconocimiento oficial por parte de México al gobierno que encabeza la presidenta transitoria, Jeanine Áñez.
“Al tolerar los pronunciamientos políticos, los pronunciamientos públicos, el Gobierno de México está violando los principios y los acuerdos internacionales del asilo”, expresó Longaric.
Otro motivo de la reunión fue que la Cancillería de Bolivia solicitó información sobre los bolivianos que permanecen asilados en la Embajada de México en Bolivia, ya que ésta no ha dado a conocer oficialmente cuántos y quiénes son. La canciller señaló que tampoco han sido solicitados los salvoconductos para los exfuncionarios de la administración de Evo Morales.
Estos salvoconductos podrían permitir a los bolivianos que están viviendo allí abandonar el país sudamericano, pero Mercado dijo que éstos aún están siendo elaborados por la Secretaría de Relaciones Exteriores. (Ntx)