EL PAÍS

Pío y Ramiro López Obrador: la pelea de las ‘corcholatas’ por cortejar a la familia del presidente

La carrera por la presidencia divide a los hermanos menores de Andrés Manuel López Obrador. Ramiro López Obrador, de 67 años, va con Claudia Sheinbaum, la exjefa de Gobierno de Ciudad de México. Pío López Obrador, de 64 años, apoya a Marcelo Ebrard, el exsecretario de Relaciones Exteriores. Ambas corcholatas ―como se conoce de forma coloquial a los aspirantes― han presumido los apoyos de los familiares del presidente y buscan meterlos de lleno en la contienda interna de Morena, el partido en el poder, pese a que el mandatario ha dicho que prefiere mantenerse al margen y que su familia tampoco intervenga en el proceso.

“Estoy cierto de que Marcelo Ebrard ganará la encuesta”, dijo Pío López Obrador en un video publicado en su cuenta de Twitter esta semana. Miembro fundador de Morena en el Estado de Chiapas, ha sido vocal en su apoyo al excanciller desde hace semanas. Pero su respaldo ha trascendido las redes sociales. El hermano menor del presidente invitó a Ebrard ha presentar su libro, El Camino de México, el pasado 11 de junio, justo cuando el partido gobernante celebró una sesión del Consejo Nacional para pactar las reglas del juego de la sucesión. También estuvo presente en Ecatepec, uno de los municipios más poblados del país, durante la primera semana de recorridos del excanciller por todo el país para posicionarse en la encuesta que definirá al candidato a principios de septiembre.

“El género es lo que menos importa, es intrascendente”, afirmó Pío López Obrador, en un mensaje teledirigido a Sheinbaum, la única mujer entre los seis aspirantes de la coalición gobernante. “Lo que verdaderamente está en juego es el proyecto de nación, asegurar la continuidad, el fortalecimiento y la consolidación de la Cuarta Transformación de la vida pública de México”, dijo sobre el futuro del proyecto político de su hermano. En esa misma línea se ha dirigido a los militantes y simpatizantes de Morena durante varias asambleas en Chiapas, como se ha visto en otros videos que han circulado en las últimas semanas.

Además, ha hecho propias consignas del exsecretario como la exigencia de un “piso parejo” entre los participantes. En 2021, Pío López Obrador estuvo en el centro de la polémica por la aparición de imágenes en las que recibía dinero en efectivo para las campañas del partido. Un año más tarde, la Fiscalía General de la República señaló que no encontró evidencia de ningún delito electoral y cerró una investigación en su contra

En respuesta a los mensaje de Pío, Sheinbaum compartió este miércoles una foto con Ramiro López Obrador y con el senador Ovidio Peralta en su visita a Tabasco, el Estado natal del mandatario. “Desde la casa de Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, es Claudia”, dijo Pepín, como también se le conoce, el pasado 1 de junio. “Conozco todas las encuestas que han sacado y ahí hay cuatro compañeros que están apuntados, pero la que va encabezando todas las encuestas es la compañera Claudia Sheinbaum, en segundo lugar está Marcelo, pero no crean que muy cerca”, aseguró. En otra polémica de la contienda interna, Ramiro López Obrador dijo este miércoles a los medios que esta semana retirará la propaganda en su Estado con la imagen de la exjefa de Gobierno.

Ramiro López Obrador ya había tenido un encontronazo con otra corcholata, el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López, al criticar en noviembre pasado su paso como gobernador de Tabasco y uno de sus eslóganes de campaña: “Que siga López”. “Andan queriendo engatusar a la gente con eso de que siga López, pero hay de López a López, no se equivoquen”, aseguró. Los comentarios no gustaron al presidente. “Mi hermano puede opinar, pero no me representa”, dijo en una de sus conferencias mañaneras. “Ningún familiar me representa y no son los modos”, reprochó.

La carrera por la candidatura presidencial de Morena en las elecciones de 2024 ha estado marcada por las consignas de unidad dentro del partido, pero también por una pugna entre los aspirantes por demostrar quién es el sucesor más fiel de López Obrador y quién tiene una mayor lealtad a su proyecto político. Pese a que el Ejecutivo se ha deslindado de las opiniones de sus hermanos y ha insistido en que no tiene ningún favorito, los equipos de las corcholatas han querido posicionar un mensaje simple y directo: “Si la familia del presidente está conmigo, es porque yo soy el mejor representante del movimiento”.

El cortejo a los familiares de López Obrador no se ha limitado a sus hermanos. En su primer acto público como aspirante de Morena, Ebrard ofreció a Andrés López Beltrán, hijo del presidente, el cargo de secretario de la Cuarta Transformación, una cartera que propone crear en caso de llegar a la silla presidencial. Andy, el segundo de cuatro hermanos, rechazó la oferta horas más tarde. “Aunque agradezco tu generosa oferta, prefiero mantenerme al margen y rechazar la misma para que no pueda ser utilizada en favor o contra de ninguno de nuestros compañeros”, señaló en un comunicado. “Mi familia cercana, mis hijos, mi esposa Beatriz y yo no nos metemos en nada en este proceso”, agregó López Obrador el pasado 20 de junio.

Después de tres semanas de campaña, sin embargo, los hermanos del presidente han vuelto a aparecer de la mano de los aspirantes. Pepín insiste en que “es Claudia” y Pío afirma que es “Mejor Marcelo”.

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