Planes de confinamiento


Sonaba a frivolidad. Los dirigentes del fútbol español, los de Federación y LFP hacían la goma de sus relaciones personales, con tal de salirse con la suya, que no era otra que jugar a cualquier precio lo que les queda a sus competiciones para no perder el sustento económico que las soporta. Ahora amigos, ahora rivales, así andan Tebas y Rubiales mientras un virus letal se lleva por delante a mucha gente. Los planes estás tan confinados como la sociedad en la que vivimos, de la que el fútbol no puede abstraerse.



Han dado su brazo a torcer ante la evidencia de que lo primero es que levanten las medidas restrictivas impuestas mientras se da salida a la pandemia. Que la salud es lo primero suena a tópico, pero no hay mayor verdad, porque sin ella ni habrá partidos ni vida posible, así que toca cuidarse al máximo y soportar la soledad de un confinamiento estricto. Ya saldrá el sol cuando se supere la crisis.

Así que aquellos planes soltados al aire en plan de futurólogos se quedan en barbecho porque se amplía el estado de alarma y cada vez son más los futbolistas infectados, con lo que sus equipos pasan las obligadas cuarentenas. Como bien decía uno de los técnicos del Eibar, cuando esto pase, que ojalá sea pronto pero no tiene pinta, será necesaria una pretemporada, porque el parón bloquea las posibilidades de los deportistas, por mucho que hayan trabajado de forma individual.

Si hasta los Juegos Olímpicos, aunque a regañadientes de sus organizadores, han tenido que claudicar, cómo no lo va a hacer la Liga española de fútbol, por muy importante que se considere. El problema es que nadie sabe la mejor forma de ponerle el broche a las competiciones si es que al final hay que clausurarlas.

Preferencias

Dicho todo lo anterior y por salir un poco de esa dinámica de tanta información cada día más lamentable, hay partes más lúdicas a las que cada vez recurrimos con mayor intensidad, que si películas o series, antes que a comunicado tras comunicado cada cual más dramático que el anterior. ¿Y qué es de nuestros futbolistas mientras tanto? Esa es otra de las incógnitas que interesa conocer porque algún día, esperemos que no demasiado tarde, habrá que volver a aquellas grandes tardes/noches/mediodías que hemos vivido esta temporada quienes estamos cerca de la Real.

Parece que no hay complicaciones sanitarias en ninguno, que trabajan bien en la individualidad de sus hogares y cuando asoma alguno por las redes sociales siempre transmite grandes dosis de ilusión por volver cuanto antes a completar el trabajo que dejaron sin acabar por culpa de la pandemia. Sabemos también que algunos se decantan por un final concreto, por ejemplo Alexander
Isak, la sensación de los últimos tiempos, que se moja en sus preferencias y elige levantar el tíulo de la Copa por encima de aspirar al tercer o cuarto puesto de la Liga, que daría acceso a volver a la Champions. Sería cosa de abrir un sondeo que intuyo que es lo que la mayoría de realistas prefiere.

Quienes más tienen son los que más podrían ayudar en estos tiempos y no son pocas las iniciativas de futbolistas dispuestos a colaborar. Destacable y que reconfirma su solidaridad, el gesto de Pep
Guardiola, que pone a disposición de las necesidades un millón de euros, lo mismo que Messi. Otros, aún más cercanos, también están por la causa.


Nadie sabe ni cuándo ni cómo volveremos a la normalidad, porque una cosa es que la curva de contagios alcance el pico y otra que se recomienden afluencias masivas a los campos. La Federación apuesta por acabar las competiciones con público, pero tristemente tendrá que pasar mucho tiempo antes de que todo vuelva a ser como antes.



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