Será “complejo y con grandes dificultades” el proceso para renovar la dirigencia de Morena, consideró Héctor Díaz-Polanco.
Héctor Díaz-Polanco, presidente de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, advirtió que los pleitos internos terminan destruyendo los partidos, pero no ve que el conflicto entre Martí Batres y Ricardo Monreal escale aún más, sino que ve “peligro en otro terreno”: la próxima elección de la nueva dirigencia de ese instituto político, programada para noviembre.
El jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador sugirió que la renovación de su dirigencia nacional sea mediante encuestas, lo que fue aceptado al menos por Mario Delgado, quien aspira a ser el próximo dirigente del partido.
Díaz-Polanco señaló que dicho proceso será “complejo y con grandes dificultades” pues “hay dos grandes sectores en Morena: un sector de los fundadores y otro sector de los que entraron posteriormente”. Actualmente, “hay sectores en Morena que se sienten apartados de los ámbitos de decisión y de poder”. Y ahora tienen la oportunidad para que el partido se oriente “hacia una socialdemocracia o que mantenga visión de partido-movimiento”.
En el caso de la queja de Batres, aclaró que se abrieron 2 procesos, el primero de ellos electoral, que fue resuelto el jueves a favor de que se repita la elección de la Mesa Directiva del Senado.
Sin embargo, Monreal presentó una lista de 44 senadores de Morena que respaldan a Mónica Fernández para proponerla al pleno como la nueva presidenta, por lo que descartó que se repita el proceso.
Al respecto, Díaz-Polanco comentó que es el grupo el que determina cómo cumplir con la resolución de la comisión y si se da por satisfecho con las firmas, el órgano que encabeza también.
Respecto a que no se dio derecho de audiencia a Monreal, comentó que “se le dio 48 horas para que respondiera, no hizo lo propio y en esos casos se procede a resolver antes de que terminara el plazo” (de 5 días).
“Se abrieron dos expedientes: el electoral y de violación al estatuto. Hay dos fases: una primera que es conciliatoria y otra que sigue con los alegatos. Estamos tratando de que en el partido se respeten el conjunto de principios y la norma interna”, expuso.
“Vamos a hacer una investigación a fondo, en Morena no podemos dejar pasar que ocurra un fenómeno de violencia contra los procesos democráticos internos sin que pase nada, el estatuto plantea claramente que los miembros de Morena tienen que tener un comportamiento acorde con los principios del partido”, indicó.
Y reconoció que hay preocupación del presidente “porque advierte estas tensiones al interior del partido“. Incluso, en la plenaria de Morena, AMLO llamó a los legisladores a mandar “al carajo a los ambiciosos vulgares”.
En otro tema, respecto a la “Ley Bonilla” en Baja California, Díaz-Polanco comentó que es un caso “gravísimo” y pronto la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena intervendrá para averiguar si hubo una violación de los estatutos.