“Soy perico y mi sueño es jugar allí”. La frase es clara y concisa. La pronunció Pol Lozano minutos después de lograr el ascenso a Primera con un Girona en el que ha sido muy feliz este curso, cedido por el Espanyol. Montilivi siempre estará en su corazón pero el mismo bombea sangre blanquiazul y tras el máster realizado como rojiblanco la próxima temporada quiere seguir brillando pero con los colores que más siente.
Nacido en 1999, cumplirá 23 años el próximo mes de octubre, y lleva en el Espanyol nada más y nada menos que 16. Pol Lozano es por antonomasia un producto de la Dani Jarque, uno de esos futbolistas que merecen tener la oportunidad de defender la blanquiazul en el RCDE Stadium, y lo cierto es que, sentimiento a parte, es un futbolista que le puede dar muchísimo al Espanyol 2022/23 de Diego Martínez. De hecho, es un perfil de centrocampista completo que a priori encaja con lo que el técnico gallego busca en sus hombres para la medular. Tal y como se vio en Granada, Diego exige trabajo, y Pol Lozano ‘curra’ como el que más. Tanto es así, que uno de sus puntos fuertes es la recuperación tras pérdida mediante una presión inteligente y eficiente. Y además de todo lo mencionado, Pol es un futbolista con buen pie de los que se nutren todos aquellos que aparecen por línea de tres cuartos para darle continuidad a la jugada.
Todo apunta a que Pol Lozano tendrá dorsal en la primera plantilla del Espanyol 2022/23 y no saldrá cedido tras haberse confirmado en Girona. Pero el Espanyol tiene un asunto pendiente que solucionar tan pronto como sea posible: su contrato. Pol finaliza su actual vínculo con el cuadro blanquiazul en junio de 2023 y desde luego que no se antoja una buena idea dejar que un futbolista con su potencial entré en el último año de contrato.