Preguntar si las personas son ciudadanos estadounidenses durante el censo 2020 podría empeorar el margen de error en el conteo de hispanos y de no ciudadanos en comparación con otros grupos, dijo el lunes un experto en encuestas al comenzar un juicio sobre la decisión del gobierno del presidente Donald Trump de incluir la pregunta en el conteo federal por primera vez en 70 años.
Colm O’Muircheartaigh, profesor de la Universidad de Chicago, dijo que la pregunta reduciría el porcentaje de latinos y no ciudadanos dispuestos a responder al cuestionario del censo.
Testificó en una corte federal por California y varias ciudades que argumentan que la pregunta sobre ciudadanía tiene motivos políticos.
El estado y las ciudades demandaron al gobierno federal para mantener la pregunta fuera del conteo de población que se realiza cada década.
California es el estado con el mayor número de residentes nacidos en el extranjero y de personas que no son ciudadanas estadounidenses, por lo que un conteo impreciso pondría en riesgo sus fondos federales y su representación en el Congreso federal, alegó la entidad en la demanda.
Las cifras que arrojan los censos se utilizan para determinar tanto la distribución de escaños de los estados en el Congreso como la asignación de miles de millones de dólares en fondos federales.
El Departamento de Justicia argumenta que las autoridades del censo toman medidas para protegerse de un conteo impreciso, incluyendo realizar visitas de seguimiento para cerciorarse de que las cifras finales sean correctas.
Las familias que no respondan la pregunta sobre ciudadanía pero que llenen una porción importante del cuestionario también serían contabilizadas, dijeron los abogados del gobierno en documentos de la corte.
O’Muircheartaigh, quien se ha desempeñado como asesor de la Oficina del Censo del Departamento de Comercio, dijo que los esfuerzos adicionales de la agencia para contabilizar a esas personas no “remediarán el daño provocado por la inclusión de la pregunta de ciudadanía”, refiriéndose a los conteos imprecisos de ciertos grupos.
Se trata de la más reciente disputa entre California y el gobierno de Trump, puesto que ambas partes se han demandado mutuamente por asuntos migratorios y de otro tipo.
El gobierno ha impuesto medidas estrictas en el combate a la inmigración y ha reforzado la seguridad fronteriza, mientras que California cuenta con algunas protecciones para los migrantes que están ilegalmente en el país.
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