Polos de melón y tres variaciones para tunearlos

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Es verano, hace calor y darías media vida por un helado. Pero no por un polo de hielo hecho con zumo de fruta, no. Lo que quieres es un helado cremoso, con textura de heladería y más de un sabor para escoger. Quién sabe: a lo mejor también con un poco de chocolate. Parece fácil: vas y lo compras, ¿no? Pues puede ser todavía más fácil si tienes en casa ingredientes tan sencillos como plátano, aguacate, leche de coco, frutos secos crudos y otras frutas frescas o deshidratadas que quieras usar para darles aroma y sabor.
Para preparar cualquiera de estos helados solo necesitamos dos electrodomésticos que seguramente ya tenemos en casa: un congelador y una batidora de vaso o robot de cocina. Así como la potencia del primero no es significativamente diferente -todos podemos congelar fruta en el nuestro- las potencia de las batidoras puede variar mucho dependiendo de la marca y el modelo.
Si ves que a la tuya le cuesta un poco triturar con todos los ingredientes congelados, puedes poner uno de los dos fresco de la nevera -pero sin congelar del todo- y después devolver la mezcla al congelador en un recipiente bien tapado hasta que tenga la temperatura y consistencia deseadas. Si lo descubres tarde, tienes que añadir algún líquido como leche de coco o zumo de naranja para “ayudar” a las cuchillas y se te queda un poco más líquido de lo que te gustaría, también puedes devolverlo un rato al congelador.

Los helados con base de plátano que te proponemos están la mar de buenos solo con la fruta congelada, pero depende de las combinaciones que uses con las otras bases -mucho más neutras- puede ser que te falte un puntito de dulzor. En lugar de recurrir al azúcar, miel, panela o similares, podemos beneficiarnos de la dulzura de las rutas deshidratadas, que además aportarán su sabor al helado.
La que se usa más habitualmente -porque se encuentra con facilidad y porque es de las más dulces, es el dátil. Las variedades más tiernas y carnosas, como el medjool, son perfectas para triturar con nuestros helados si queremos que se integren en la crema y no queden trocitos sueltos. Otra opción es triturar los dátiles con un poco de agua y añadirlos al helado cuando ya esté hecho, como si fuera una salsa.
Las frutas más adecuadas para mezclar con las bases frutales y vegetales de helado que proponemos a continuación son las que tienen bastante sabor, no mucha agua y de las que podemos conseguir la pulpa limpia sin demasiada complicación (aunque nada nos impide pasar un buen rato quitando las semillas a una chirimoya, si es lo que nos apetece). La sandía y el melón darán como resultado un helado demasiado líquido, casi un batido, así que quedan descartadas excepto para hacer polos o paletas.
Los cítricos pueden funcionar muy bien siempre que recordemos quitarles la parte blanca y las telillas que recubren los gajos antes de meterlas en el congelador, para que no amarguen. Las frutas rojas y frutos rojos son todos bienvenidos, aunque en el caso de las fresas, moras y frambuesas encontraremos algunas semillitas -otras desaparecerán con el triturado- que pueden molestarte si eres muy tiquismiquis y te gustan las texturas muy finas. A las cerezas tendremos que quitarles el hueso -se puede hacer fácilmente apoyándolas en el cuello de una botella de cristal y presionando con un palillo chino o una cañita-, pero también son una opción buenísima.

El mango, la piña y la papaya son un combo ganador en cualquiera de los casos que proponemos más abajo, igual que el melocotón de agua o viña, el albaricoque, la nectarina o la ciruela. A lo mejor te va la marcha y necesitas algún que otro extra para poder considerar a la fruta triturada un helado. Tus deseos son órdenes: puedes añadir cacao en polvo, trocitos de chocolate, granillo de almendra, piñones tostados, restos de turrón o mazapán rallados -busca bien, es posible que aun quede algo en el armario de la cocina-, coco rallado o en tostado en escama, pasas, té matcha de pastelería, sésamo o especias como pimienta rosa (perfecta para un helado de fresas con chocolate). Cuando quieras integrarlo en el helado, añádelo antes de ponerlo en el vaso batidor. Si, por el contrario, quieres conservar trocitos o textura, hazlo después.
Sigue siendo verano, sigue haciendo calor, y encima ya sabes que no vas a tener que sacrificar por un helado más tiempo que el que tardes en pasar estos ingredientes por la batidora o el robot de cocina (el resto, lo hace el congelador). ¿No parece todo más soportable?
HELADO DE PLÁTANO Y CACAO
Dificultad
Es el más sencillo de todos: puedes prepararlo solamente con plátano pelado.
Ingredientes
Para dos helados
2 plátanos (maduros, pero no negros)1 cucharada de cacao en polvo sin azúcarPreparación
Pelar los plátanos, trocearlos y ponerlos en un recipiente tapado en el congelador por lo menos tres horas antes de hacer el helado. Triturar con el cacao hasta conseguir una crema y servir inmediatamente.HELADO DE FRESA Y LECHE DE COCO
Ingredientes
Para dos helados
200 ml de leche de coco para cocinar (15 o 20% de materia grasa)200 g de fresasPreparación
Poner la leche de coco en una cubitera y las fresas troceadas y sin pedúnculo en un recipiente hermético en el congelador. Dejar por lo menos tres horas. Triturar hasta conseguir una crema y servir inmediatamente.HELADO DE MANGO Y AGUACATE
Ingredientes
Para dos helados
Un aguacate (maduro, pero sin partes oscuras)La pulpa de un mango (unos 200 g)4 dátiles medjool (o al gusto)El zumo de medio limónPreparación
Pelar el aguacate, cortarlo en dados, mojarlo con el zumo de limón y ponerlo en un recipiente hermético en el congelador. Pelar el mango, cortar en dados y llevar también al congelador por lo menos tres horas. Triturar con los dátiles hasta conseguir una crema y servir inmediatamente.HELADO DE ANACARDO, PIÑA Y LIMA
Ingredientes
Para 4 helados
200 g de anacardos crudos y sin sal120 ml de zumo de lima200 g de piña (sin cáscara ni tronco)1 yogur normal o de sojaEndulzante al gustoPreparación
Remojar durante al menos dos horas los anacardos en abundante agua (en la nevera).Llevar al congelador en un recipiente hermético junto con la piña. Congelar el yogur y el zumo de lima en una cubitera (todo durante al menos tres horas). Triturar con endulzante al gusto hasta conseguir una crema. Servir inmediatamente.


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