Pocos daban un duro por la República Checa, que se presentó a esta Nations League como la gran Cenicienta del grupo A2, donde compite con España, Portugal y Suiza después de que ascendieran en la pasada edición del torneo organizado por la UEFA. El seleccionador checo se vistió con piel de cordero cuando dio la lista, en la que apuntó diez bajas. “Nos faltan unos diez jugadores que habrían estado aquí pero que no pueden jugar por las lesiones”, lamentó Jaroslav Silhavy previniendo a los suyos en la rueda de prensa en la que desveló el plantel. La más importante, sin duda, la de su delantero Patrik Schick, del Bayer Leverkusen, que tuvo que operarse en la ingle tras acabar con el equipo germano porque según desveló sufría un dolor ya insoportable.
El atacante de 26 años fue una de las sensaciones de la Bundesliga esta temporada, con 24 goles en 27 partidos, solo superado por Lewandowski (35 en 34) y por delante de Haaland (22 en 24). Un caramelito para el cotizado mercado de arietes, pero que ha sido rápidamente sacado del escaparate después de que el Bayer Leverkusen le renovara el contrato hasta 2027 hace escasamente 10 días.
A la República Checa, que se quedó sin plaza para el próximo Mundial de Qatar, le faltan otros jugadores importantes como Matej Vydra, delantero del Burnley, y a los centrocampistas Antonin Barak, del Hellas Verona, y Tomas Holes, del Slavia Praga, también lesionados. Por lo tanto, el tándem checo del West Ham formado por Tomas Soucek y Vladimir Coufal estaba llamado a priori a liderar al equipo de Silhavy. A pesar de ello, en el primer partido contra Suiza, el gran héroe junto al portero Tomas Vaclik, ex del Sevilla, fue Jan Kuchta, que marcó el primer gol checo y provocó el segundo, obra de Sow en propia meta.
Kuchta, de 25 años, apareció como tapado para aprovechar su oportunidad ante la ausencia de Schick. Con el dorsal 10 y en punta de ataque se estrenó como goleador con su selección en su séptimo partido oficial con su país. El delantero, que firmó por el Lokomtiv de Moscú en enero procedente del Slavia de Praga, ha sumado 15 goles y 10 asistencias en 37 partidos entre ambos clubs esta pasada campaña.
Pero la gran promesa es Adam Hlozek, de 19 años y que acompañará a Schick en el Bayern Leverkusen a partir de la próxima campaña. Este año, el atacante se ha salido en el Sparta de Praga, con el que ha marcado 15 goles y ha repartido otros 17. Es segunda punta y junto su compatriota puede seguir creciendo en la Bundesliga Una buena noticia para él y para su selección.
Así que España bien haría de no fiarse de las ausencias de la República Checa, que ya ganó el primer partido ante Suiza (2-1) y llega desacomplejada, con nada que perder y todo por ganar en su primera andadura en la máxima categoría de la Nations League.