La NBA reanudará la competición esta próxima madrugada en la burbuja que se ha inventado para intentar esquivar la pandemia de coronavirus que azota al mundo entero. De momento, el plan de la liga ha funcionado y los 22 equipos invitados al reinicio del curso lucharán para determinar las posiciones definitivas de los emparejamientos de playoffs en ocho partidos que servirán para dar carpetazo a una temporada regular suspendida desde el pasado 11 de marzo.
Dentro del complejo Walt Disney World de Orlando, Florida, la liga quiere proclamar un campeón en un máximo de 74 días de competición. Como muy tarde, y si el coronavirus no se cuela dentro de la burbuja, la NBA tendrá un campeón el 12 de octubre. Para ello, alrededor de 1 500 personas -entre jugadores, cuerpo técnico y otro personal esencial de la liga, se encuentran aisladas en las instalaciones de Disney, matriz de la ESPN, la cadena de deportes que explota los millonarios derechos televisivos de la competición estadounidense.
Desde el parón en marzo, la liga preparó un minucioso plan para poder reiniciar la competición cuando la pandemia, según se esperaba en ese momento, remitiera un poco en los meses de verano. A pesar de las espeluznantes cifras de contagios en Estados Unidos y el estado de Florida, el estricto protocolo sanitario de 113 páginas preparado por la liga ha funcionado. Entre los más de 350 jugadores que hay en el recinto, la NBA no ha detectado ningún positivo en las últimas semanas.
Un aislamiento de cinco estrellas
Para contentar a su tropa millonaria, la NBA ha desplegado un auténtico arsenal de actividades dentro del complejo en el que ha confinado a sus jugadores. En total son cuatro hoteles y tres pabellones que hospedan a todos los equipos y personal de la liga. LeBron James, Giannis Antetokounmpo y sus respectivos equipos, por ejemplo, comparten hotel en el Gran Destino Tower, que tiene todos los lujos de cualquier cinco estrellas.
Entre las opciones que la liga ha dispuesto para sus jugadores hay desde barajas de póker desechables hasta campos de golf cerrados para ellos. En estas últimas semanas de preparación se ha visto de todo: estrellas pescando en los lagos del recinto, tirándose por los toboganes del parque acuático y a algunos pocos asistiendo a fiestas privadas con DJ, mascarilla y distanciamiento social. Por haber, hay hasta una barbería de quita y pon para que los jugadores puedan arreglarse en su peculiar aislamiento de lujo.
Aunque los jugadores tienen prohibido compartir ratos dentro de la habitación, los pocos periodistas desplazados informan de cómo se están mezclando en los espacios comunes. El único restaurante del Gran Destino, por ejemplo, ya tiene noches reservadas exclusivamente a los jugadores debido a la alta demanda.
Millones para rescatar la temporada
El tremendo esfuerzo logístico que ha realizado la liga, valorado en unos 180 millones de dólares, tiene una justificación sencilla. Si no estuvieran confinados en el parque Disney, las pérdidas para la NBA hubieran subido a miles de millones de dólares. La inversión es un mal menor para las arcas de la competición y la única manera de salvaguardar los salarios de los jugadores.
Para poder mantener el ritmo de pruebas de coronavirus diarias que establece el protocolo, la liga ha contratado a un laboratorio privado de Florida para poder gestionar el volumen y la inmediatez requerida para asegurar que no hay positivos dentro de su entorno controlado. Si un jugador se salta sin permiso el confinamiento, se enfrenta a una cuarentena preventiva de entre 10 y 14 días según la gravedad el caso.
A Richaun Holmes, de los Sacramento Kings, le cayeron 10 días por cruzar la línea que delimita el campus de la NBA con el mundo exterior para recoger un pedido de comida a domicilio. Después de ese incidente, quedó clara la rigidez que piensa aplicar la liga. Lou Williams, pieza clave de los Clippers, deberá pasar también 10 días encerrado en su habitación después de hacer una excursión a un club de striptease tras una salida acordada para asistir al funeral de un amigo de la familia.
La NBA también trabaja en la seguridad y la satisfacción de la comunidad y por ello en la burbuja se están recibiendo más de 3 000 paquetes diarios con comida, videojuegos y otras peticiones extravagantes de los jugadores. Algunos han pedido neveras, sofás y máquinas recreativas. Entre otras cosas, la burbuja es también un paraíso para gigantes del reparto como Amazon.
Baloncesto con reivindicación social
La pandemia no fue la única amenaza para el reinicio de la liga. La muerte de George Floyd desató manifestaciones por todo el territorio estadounidense, y varios jugadores se desplazaron a sus ciudades de nacimiento para unirse a las protestas en la calle. La NBA y la asociación de jugadores NBPA negociaron durante semanas para asegurarse de que la competición serviría también como plataforma para las reivindicaciones de justicia social que apoyan la inmensa mayoría de jugadores.
Al final, eso se traducirá en un diseño de pistas especial con el lema ‘Black Lives Matter’ inscrito en la línea de banda del campo de juego y con una inmensa mayoría de los jugadores vistiendo lemas de justicia social en lugar de su apellido en las camisetas. También se espera que los equipos se arrodillen al estilo de Colin Kaepernick durante el momento del himno antes de los encuentros.
En estos días previos a la competición, varias estrellas de la liga han centrado sus ruedas de prensa telemáticas en temas raciales y violencia policial, como el asesinato de Breonna Taylor a manos de la policía de Louisville el pasado 13 de marzo. Esta mujer de 26 años, técnica médica de emergencias, recibió ocho disparos en un registro policial que ejecutaron sin previo aviso en su domicilio.
La lucha por el título
En medio de este complejo panorama, y en una especie de burbuja de fantasía en casa de Mickey Mouse, la NBA espera proclamar un campeón a mediados de octubre. Los favoritos al título son los Lakers y los Bucks de LeBron y Anteto, los principales candidatos al MVP de la liga. También entran en las quinielas los Clippers y los Raptors de Marc Gasol y Serge Ibaka, vigentes campeones de la competición, que vieron como Kawhi
Leonard elegía a los angelinos el pasado verano.
En esta primera fase del retorno a la competición, los Grizzlies, Blazers, Pelicans y Kings se jugarán el último puesto de los playoffs en la conferencia Oeste. Previsiblemente, dos de ellos se disputarán esa plaza en una ronda clasificatoria previa que representa el principal cambio competitivo introducido por la liga en su experimento Disney. Los Phoenix Suns de Ricky Rubio también están en esa lucha, pero parten con una desventaja difícil de superar.
Evidentemente, la liga no contará con aficionados en las gradas y los equipos deberán superar las dificultades asociadas a jugar bajo condiciones nunca experimentadas en el pasado. Además no habrá factor cancha en los playoffs, siempre decisivo en el momento cumbre de la temporada. Una de las pocas ventajas es que los equipos no deberán realizar largos desplazamientos durante los próximos meses. “Se parece un poco a un Mundial o un Europeo, pero diferente porque es la NBA”, constaba el base de El Masnou. “Mentalmente se hará duro para los equipos que avancen rondas en playoffs”.
Sin duda, será una NBA distinta, que la propia liga ha calificado como “un juego totalmente nuevo” en sus campañas promocionales. Entre tantas incógnitas, podría considerarse un milagro el simple hecho de estar disputando partidos en uno de los focos más activos de COVID-19 en Estados Unidos, con un promedio de 10 000 nuevos casos diarios en Florida durante la última semana. El reto será que el virus no se cuele en la burbuja Disney, una fantasía en medio de la actual pandemia.
Dos partidos para la jornada inaugural
La primera jornada de este segundo capítulo de la temporada 2019-20 contará con dos partidos. Los Utah Jazz y los New Orleans Pelicans tendrán el honor de abrir este torneo histórico con su duelo a las 00.30 de la madrugada de jueves a viernes (hora española). Un poco más tarde, a las 03.00 (también hora española), se disputará el derbi angelino entre los Lakers y los Clippers.
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