Por qué ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘Los Serrano’ son un fenómeno en la era de las plataformas y las redes

Entre 2003 y 2006, una serie contó las idas y venidas de la comunidad de vecinos de un antiguo edificio en la calle Desengaño con seis viviendas y una portería donde se sucedían situaciones surrealistas y absurdas derivadas de la convivencia y las relaciones entre vecinos. Entre 2003 y 2008, otra serie se colaba en la vivienda madrileña que acogía a la familia de reciente creación fruto de la unión de Diego, viudo, y Lucía, divorciada. Él aportaba al conjunto tres hijos y ella, dos chicas. Aquí no hay quien viva y Los Serrano marcaron dos hitos en la historia de la televisión española. Múltiples premios, extenso reconocimiento internacional y audiencias millonarias así lo certifican: Aquí no hay quien viva tuvo un seguimiento medio en sus cinco temporadas de 6.030.000 espectadores (y un 33,8% de cuota de pantalla); Los Serrano marcó en sus ocho entregas una media de 5.038.000 espectadores (y un 28,6% de cuota). En ambos casos, algunas temporadas rozaron los siete millones. Cifras estratosféricas entonces y, ahora, inalcanzables.

Casi tres lustros después de abandonar las parrillas de Antena 3 y Telecinco, estos dos fenómenos socioculturales de principios de los 2000 viven una segunda vida gracias a las plataformas y las redes sociales. Especialmente llamativo es el caso de Aquí no hay quien viva. Desde que el 15 de octubre se incorporara al catálogo de Netflix, se ha mantenido semana tras semana como una de las más vistas de la plataforma en España. También es una de las series de las que más horas vieron los usuarios españoles de Netflix en las últimas semanas, según los datos que la propia plataforma publica sin especificar cifras.

De este renacer dan cuenta sus actores. Loles León interpretó en Aquí no hay quien viva a Paloma Hurtado, esposa del presidente de la comunidad Juan Cuesta, entre 2003 y 2004, cuando abandonó la serie por diferencias con sus creadores. Años después la relación se reestableció y pasó a formar parte del elenco de La que se avecina (también creada por los hermanos Caballero), donde desde 2016 interpreta a Menchu Carrascosa. “Como ahora estoy en Tu cara me suena, cuando nos saludan desde el público en los descansos, antes me llamaban Menchu. Ahora me lo siguen llamando, pero en estos últimos programas me están llamando más Paloma, es verdad. Yo tengo mucho público pequeño, y me conocen como Menchu, pero los que son un poco mayores, de 15, 16, 17, sí están descubriendo ahora a Paloma Urban Fashion, como ellos dicen”, cuenta Loles León. Paloma Urban Fashion, PUF, era la ficticia marca de moda que lanzó el personaje en la serie y que ha sobrevivido en internet convertido en meme. “En los taxis me dicen que antes veían la serie en los canales de TDT, pero que menos mal que ahora está en Netflix porque así pueden ver todos los capítulos seguidos. Yo misma estoy viéndola”, dice León. “Ahora que estoy de gira con el teatro, a la salida la gente nos espera y muchos van diciendo frases de Paloma, o me piden que las diga yo. ‘Las caras Juan, las caras’, eso me lo piden mucho. Y el ‘punto en boca’ ni te cuento, y el ‘¡hombre ya!”.

Vivencias parecidas ha tenido en las últimas semanas la actriz Eva Isanta: “Lo noto por la calle, porque me llaman en función del personaje, y ahora tengo que alternarme entre Maite [su personaje en La que se avecina] y Bea [de Aquí no hay quien viva]. Y lo noto sobre todo entre la gente de la edad de mi hijo, adolescentes que eran pequeñitos cuando se estrenó”. “Como ahora no se están emitiendo capítulos nuevos de La que se avecina en abierto, hay gente que recurre a Aquí no hay quien viva en modo nostálgico o que la está descubriendo ahora”, añade.

Este redescubrimiento de la serie lo comparte su rival en aquellos tiempos: durante determinadas temporadas, las dos series se enfrentaban, en cadenas rivales, en el mismo día y el mismo horario. Los Serrano ha causado furor entre los adolescentes en los últimos meses, que comparten en las redes sociales, especialmente TikTok, fragmentos de la serie y comentarios sobre las andanzas de Diego, Santi, Fiti, Marcos, Eva, Teté y Guille, y han descubierto que, al final, todo había sido un sueño de Resines.

“A nosotros nos hace mucha ilusión que, 14 años después, una serie que puedes ver en Amazon Prime Video, en Atresplayer, en YouTube…, porque hay pocas series que puedas ver en más sitios que Aquí no hay quien viva, entre en Netflix, se meta en el top 10 y se quede ahí”, dice Alberto Caballero, cocreador de la serie junto a su hermana Laura e Iñaki Ariztimuño. Esta segunda vida (aunque, en realidad, la serie nunca se ha ido del imaginario popular, con sus reposiciones en la TDT y las decenas de memes que circulan por redes) responde a varios factores, según Caballero: “Hay gente que dice que creció con ella o le recuerda algo, pero también gente muy joven que la está descubriendo ahora. Lo que sucede es que en Netflix lo tienen más cómodo porque es su plataforma de uso habitual”.

Javier Olivares, guionista de Los Serrano entre 2006 y 2008, también destaca el factor nostálgico como uno de los motivos del resurgir de estas series de principios del milenio y añade un factor más: “La necesidad de tener fondo de armario en las plataformas, porque no da tiempo a crear lo suficiente para poder generar toda la oferta ante la demanda compulsiva que hay. Aquí no hay quien viva y Los Serrano, con sus defectos y sus virtudes, son dos monumentos de la ficción española, y está muy bien que, igual que puedes acceder a Friends, puedas hacerlo a Aquí no hay quien viva. También prefiero que estas segundas vidas las tengan los originales a que se haga una revisión del original, un reboot”, dice el guionista, creador de éxitos más recientes como Isabel o El Ministerio del Tiempo.

'Los Serrano', protagonizada por Antonio Resines y Belén Rueda (en el centro de la imagen).
‘Los Serrano’, protagonizada por Antonio Resines y Belén Rueda (en el centro de la imagen).

Series españolas que tuvieron buena acogida a principios del siglo XXI hay más, pero no todas están disfrutando de este éxito entre las nuevas generaciones. ¿Por qué estas producciones han resistido el paso del tiempo? “Primero, que son muy divertidas, y tenían muy claro el principal objetivo que debe tener una serie y que a algunos se les olvida, que es entretener”, dice Olivares. “Son fórmulas que no han pasado de moda ni pasarán. Eran modernas y series pop. La televisión es cultura popular, y estas dos series son cultura popular a tope. Fueron puntas de lanza comerciales y creativas”, añade. Olivares también destaca los nombres detrás de ellas. Entre los productores de Los Serrano estuvieron Álex Pina (La casa de papel), Daniel Écija (Periodistas, Médico de familia, Los hombres de Paco…) y Pablo Olivares. Laura y Alberto Caballero, responsables de Aquí no hay quien viva, también demostraron que lo suyo no era flor de un solo día sumando éxitos como La que se avecina y El pueblo. “Lo que pasa es que la gente, cuando habla de Los Serrano o Aquí no hay quien viva, como es comedia popular, las desprecian, pero las veían siete millones de personas, la gente hablaba en el metro como Fiti [personaje que interpretaba Antonio Molero]. Era un fenómeno social compartido, y eso ya no existe”, continúa.

Para Alberto Caballero, se trata de series “que retrataron bien diversos aspectos. Los Serrano fue bastante novedosa por la realidad que contaba, que sucedía en muchas familias, y daba muchísimo juego. Es normal que vuelvan, el tiempo pone cada cosa en su sitio. Conectaron con el espíritu de su tiempo y añadieron alguna característica atemporal. La gente se siente bien o se evade viéndolas, y eso tiene unos ecos de diversión que, si no las sustituyes por cosas nuevas, prefieren volver a lo antiguo”.

Eva Isanta, Pablo Chiapella y Ernesto Sevilla, en 'La que se avecina'.
Eva Isanta, Pablo Chiapella y Ernesto Sevilla, en ‘La que se avecina’.

“Efecto karaoke”

Los Caballero saben lo que es que sus creaciones sean vistas por el público una y otra vez. Mediaset reemite La que se avecina en el canal Factoría de Ficción (FDF). Según los datos que publicó Alberto Caballero en Twitter, en octubre las 222 reemisiones de capítulos de la serie tuvieron un público acumulado de 46.482.000 espectadores (cifra resultante de la suma de los espectadores de cada una de esas emisiones). Son más de 1.800 reemisiones al año. Si alguien sintoniza FDF, es más que probable que se encuentre con La que se avecina en antena, y sus capítulos se ven una y otra vez. “Es como una inercia, es como poner el hilo musical”, dice Caballero. “Es lo mismo que pasa con algunos grupos o algunas canciones. Es lo que Paolo Vasile [consejero delegado de Mediaset España] llamaba el ‘efecto karaoke’: te las sabes, pero precisamente lo bueno es que te las sabes. Pasa también con algunas películas que llevan 30 reposiciones y siguen dando buenos datos. Por algún motivo, hay series que se vuelven a ver de manera agradable y otras que no”.

Estas revisiones ocurren, paradógicamente, en el momento en el que más producción televisiva hay de la historia. “Pero que haya una cantera de 4.000 chavales jugando al fútbol no te garantiza que salga un Messi. Esto va por oleadas. No hay ninguna garantía de que por producir más la gente vaya a encontrar más cosas, incluso puede jugar en contra. Y estas fueron series que hicieron comunidad, que se comentaban al llegar a la oficina, al instituto o la universidad, tenían un minuto de oro de 10 u 11 millones de espectadores: uno de cada cuatro españoles estaba viéndolo. Eso es crear comunidad. Ahora la gente lo ve cuando le da la gana y es más complicado generar series que dentro de 10 o 15 años se vayan a consumir con esta mezcla de placer y nostalgia”, completa Caballero.

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