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presunto atacante de desamparados disparó varias veces contra víctimas e ignoró súplicas


WASHINGTON – El presunto atacante de hombres sin hogar en Washington, D.C. y Nueva York habría disparado varias veces contra sus víctimas e ignorado súplicas de que no abriera fuego, indican documentos judiciales. 

Gerald Brevard III, de 30 años, compareció por primera vez en una corte de la capital este miércoles tras ser arrestado como el presunto autor de cinco tiroteos contra desamparados que tuvieron lugar en las últimas dos semanas. 

Tres de estos se registraron en Washington y dos en Nueva York. En dos de los ataques, las víctimas murieron. Una tercera permanecía hospitalizada este miércoles en condición grave, más de una semana después de ser baleada, precisan los registros. 

Brevard, quien tiene un largo historial penal y según su familia ha lidiado con problemas de salud mental por años, enfrenta cargos de asesinato en primer grado y agresión con intención de matar. Un juez le ordenó este miércoles permanecer detenido sin derecho a fianza. 

Con cada tiroteo, las acciones de Brevard se tornaron más violentas, precisaron los fiscales. Los documentos acusatorios exponen detalles estremecedores sobre la presunta conducta de Brevard durante y después de los ataques.

Solo horas antes de ser arrestado, el sospechoso hizo una publicación en Instagram en la que escribió: “Sintiéndome diabólico, sintiéndome piadoso”, según las autoridades

LOS ATAQUES, EN DETALLE

En el primer incidente en el noreste de la capital, registrado el 3 de marzo en New York Avenue, la víctima, un hombre sin techo, sostuvo un impacto de bala en la parte inferior de su espalda, y fue rozado en el hombro, según los registros. 

La víctima contó que se despertó en horas de la madrugada tras oír el paso de un tren y vio al sospechoso, pero este no dijo nada. De pronto, escuchó un “pop, pop” y se dio cuenta de que había sido herido de bala. Al principio, creyó que se trataba de una pistola de balines, porque el sonido fue débil. El sospechoso entonces huyó. 

Esa víctima, quien se vendó sus heridas, eventualmente fue llevada a un hospital y poco después fue dada de alta. 

Días más tarde, la madrugada del 8 de marzo, otro hombre sin techo fue hallado con varias heridas de bala en la cuadra 1700 de H Street NE. Según los documentos, fue impactado al menos cinco veces: en la cara, el pecho, la pierna, la nalga y la mano. Esa víctima sigue internada en un hospital luchando por su vida.

Un testigo dijo a las autoridades que el sospechoso disparó contra la víctima cuando esta estaba en una silla. El hombre, herido, empezó a gritar y corrió en dirección sur por H Street. El sospechoso lo siguió. El testigo contó que oyó entonces otros cuatro tiros. 

Señalan los documentos que en un video de seguridad del área esa madrugada se oye a un hombre gritar “no, no, no” y “por favor no dispares” luego de que se escucha un tiro.

El presunto pistolero es visto minutos después, sentado en una acera aproximadamente a una cuadra de la escena del tiroteo, sosteniendo lo que aparenta ser un teléfono celular. Una cámara de seguridad captó el audio de música sonando, precisan los documentos.

La madrugada siguiente, el 9 de marzo, la policía hizo un hallazgo que, en un principio, no parecía de naturaleza criminal. Un agente notó un incendio en una acera de la cuadra 400 de New York Avenue NE. Los bomberos se desplazaron a la escena y extinguieron un fuego en lo que parecía ser una tienda de campaña. Entonces, encontraron los restos de un hombre adulto, quien más tarde fue identificado como Morgan Holmes, de 54 años. En la carpa, había un colchón, restos de cera y cigarros y botellas de alcohol vacías.

No sospecharon, inmediatamente, que se trataba de un delito. Al día siguiente, al regresar a la escena, entre los escombros los agentes encontraron casquillos de bala y un par de navajas. 

No fue sino hasta la autopsia que se descubrió que Holmes no había muerto de las quemaduras: había sido asesinado. Su cuerpo presentaba varios disparos de bala y puñaladas. 

Según las autoridades, los testigos reportaron haber escuchado tres o cuatro disparos unos 40 minutos antes del fuego. De acuerdo con los documentos, videos de vigilancia sugieren que el sospechoso dejó la escena tras disparar a Holmes y se dirigió a una gasolinera en Florida Avenue, donde presuntamente intentó vertir combustible en vaso para café. 

Entonces, el sujeto regresó a la tienda de campaña. Se agachó varias veces y en algunos puntos, se percibe en los videos una pequeña chispa o llama, según la versión de las autoridades. De pronto, un fuego se encendió y fue creciendo mientras el sospechoso escapaba corriendo hacia 4th Street NE. Esa misma noche, el hombre fue visto en un cajero en Union Station, la estación de trenes y autobuses de Washington, indican los documentos. 

Fue detenido en la capital del país por la policía.

CÓMO DIERON CON EL SOSPECHOSO

Tras presuntamente cometer los tres crímenes en Washington, Brevard habría viajado a Nueva York y disparado la madrugada del sábado contra dos hombres desamparados que se encontraban durmiendo en distintos puntos del área de SoHo, matando a uno de ellos. 

Según indican los documentos, imágenes muestran al sospechoso de esos incidentes usando la misma ropa que la que usó el autor del homicidio de Holmes el 9 de marzo. 

Una imagen en las redes sociales vista por un oficial de la policía de Washington el fin de semana llevó a las autoridades de la ciudad a contactar a sus homólogos en Nueva York sobre estos incidentes. Los ataques en la capital y en Nueva York fueron entonces vinculados al mismo sujeto gracias a evidencia balística.

Brevard fue precisado como el sospechoso a raíz de una pista recibida por la policía de Washington. El informante dijo a los detectives que reconoció al sospechoso como Brevard, quien era su conocido, tras ver su foto en un noticiero. Le facilitó a las autoridades información personal sobre Brevard y su cuenta de Instagram, la cual era pública. En una publicaciones en ese usuario, los detectives reconocieron una de las prendas que llevaba el sospechoso de los ataques las madrugadas del 9 y 12 de marzo. 

Adicionalmente, a través de registros celulares, pudieron determinar que Brevard había estado tanto en Washington, D.C. como en Nueva York los días en que se perpetraron los respectivos tiroteos. 


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