Primer portazo al Manchester por Trippier

El Manchester United sigue insistiendo con Kieran Trippier. El gran rendimiento que ha ofrecido el inglés en el Atlético de Madrid ha llevado al club de Old Trafford a insistir con el fichaje del lateral derecho de cara a la próxima temporada.

A pesar de que los mensajes que salen del Metropolitano son claros, los británicos no se dan por vencidos. Incluso según afirman desde las islas, a Madrid ha llegado ya la primera propuesta por el carrilero, que ahora se encuentra concentrado con su selección para preparar la Eurocopa. Y ha sido rechazada.

Porque el Manchester ofreció diez millones de libras (unos 12 millones de euros) por Trippier, cantidad a todas luces insuficiente para que el Atlético se desprenda de su lateral derecho titular. De hecho, la intención de la entidad rojiblanca es la de solicitar el importe que figura en su cláusula de rescisión para abrir la puerta del Metropolitano: 40 millones.

Trippier cumplirá 31 años en septiembre y tiene dos años más de contrato con el Atlético, donde están contentos con su rendimiento. Y pese a la insistencia del Manchester por ‘repatriar’ al futbolista, en el club colchonero se muestran firmes en este aspecto. O la propuesta se acerca a esos 40 millones, o el inglés continuará de rojiblanco.

¿SERÁ EXTRACOMUNITARIO?

Cabe recordar que con la salida de Inglaterra de la Unión Europea, los jugadores de esta nacionalidad pasarán a ser extracomunitarios. Ya deberían haberlo sido a partir del 1 de enero, pero entonces se alcanzó un acuerdo con la distintas federaciones para que se prorrogase el plazo hasta el 30 de junio.

Es decir, que a partir del 1 de julio, Trippier debe ocupar plaza de extracomunitario, lo que supondría un problema para el Atlético, que ya tendría el cupo lleno con él y con los brasileños Felipe y Lodi.

Sin embargo, hay esperanzas en el Metropolitano de que se produzca un nuevo acuerdo y que esto no afecte a los jugadores que fueron fichados en su día con otras condiciones, antes de que el Brexit fuera una realidad, es decir, sin que ocupasen plaza de extranjeros.


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