La recta final de año obliga a exprimirse al Alavés con la apertura de un nuevo frente competitivo en la Copa del Rey. Su condición de conjunto de LaLiga Santander le ha emparejado con uno de los rivales más modestos posibles, como el CD Rincón, que milita en una categoría equiparable a la Regional de la provincia de Málaga.
Este abismo que separa el potencial de andaluces y babazorros debiera ser ya por sí solo el elemento desequilibrante en los 90 minutos de esta noche para otorgar el billete a la segunda ronda a los pupilos de Pablo
Machín. A ello se une el hecho de disputar el duelo en un estadio de la máxima categoría como el de La Rosaleda que, por el cuidado estado del césped y superiores dimensiones es otro elemento que beneficia al equipo de la máxima categoría. El humilde recinto de la población del Rincón de la Victoria no reúne las condiciones idóneas para que se dilucide en aquel césped el duelo y resta, por tanto, ese factor al que pudieran haberse agarrado los malagueños para buscar la sorpresa.
La exigencia de tener que afrontar en los próximos 18 días nada menos que cinco encuentros entre Liga y Copa del Rey, obliga al técnico albiazul a rebuscar en su fondo de armario y dar respiro a los jugadores más habituales y permitir el rodaje de los suplentes que ansían por una oportunidad.
También se encuentra con la lesión de Víctor
Laguardia y Ximo
Navarro como peaje que hubo que abonar en la derrota liguera del sábado en Huesca. Se abre por tanto una puerta a que salten hoy a La Rosaleda una catarata de jugadores con muy pocos minutos de competición, trufados además con la presencia de algún que otro canterano que trate de convencer al técnico soriano.
No habrá ni rastro sobre el césped de los Pacheco, Duarte, Pina, Lucas, Rioja o Joselu. Costará reconocer una formación en la que Sivera puede jugar su primer partido oficial. También el portugués Tavares podrá demostrar las brillantes cualidades a las que aludió el director deportivo, Sergio
Fernández, en su presentación y que hasta ahora no se han podido observar en competición oficial más allá de un puñado de minutos ante el Barcelona.
Para el eje de la zaga, Tachi podrá formar pareja junto a algún canterano y el costado izquierdo será para Adrián
Marín. En el centro del campo es donde más novedades se pueden producir en este inédito Alavés. No habrá presencia de los habituales en la sala de máquinas, a la espera de que Manu
García puede dar por zanjado su episodio de coronavirus.
Peones como Pepe
Blanco, Sergio
García o Abdallahi serán los encargados de llevar las riendas en la creación. Otros valores como Borja
Sainz están ante la posibilidad de disputar un partido completo y también en tierras malagueñas Burgui podría tener una oportunidad después de acumular dos semanas de trabajo tras superar el Covid-19.
En los últimos metros del campo y para tratar de perforar la portería rival, Deyverson y Guidetti deberán reivindicarse y tratar de hacer ver a Machín que puede contar con ellos en las próximas semanas.
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