Primera polémica en torno a la Eurocopa: "Es una vergüenza"

Primera polémica en torno a la Eurocopa: "Es una vergüenza"

Ya se ha levantado la primera polémica en torno a la Eurocopa Femenina. En la cuna del fútbol, Inglaterra, algunos partidos de la Euro que empieza este miércoles se limitarán a estadios de apenas 10.000 asientos o incluso menos. Una elección que irrita a jugadoras y aficionados, pero que los organizadores asumen.

“Estoy un poco decepcionada con los estadios. Es impactante estar en Inglaterra, donde hay tantos estadios, y nos toca un campo de entrenamiento (del Manchester) City, que alberga a 4.000 espectadores”, lanzaba ya a mediados de abril la jugadora islandesa Sara Björk Gunnarsdottir.

“Es simplemente vergonzoso (…) es una falta de respeto al fútbol femenino”, continuó en el micrófono del podcast especializado en fútbol femenino ‘Their Pitch’. Aunque es cierto que Old Trafford albergará el partido inaugural y Wembley la final, algunos de los diez estadios seleccionados para la competición generan muchas dudas.

En concreto, el New York Stadium de Rotherham (10.400 asientos), donde Francia disputará sus tres partidos de grupo y los cuartos de final si acaba primero, y el Leigh Sport Village de Wigan, que también contará con cuatro partidos, con 7.800 asientos. Pero el más criticado es el Manchester City Academy Stadium, donde suele jugar el equipo femenino del City y que solo acogerá a 4.400 personas.

Islandia, Peíses Bajos y Suecia se sienten agraviadas

Islandia, que jugará en Rotherham contra Francia y dos veces en el estadio más pequeño de la competición, se siente legítimamente agraviada. Estas elecciones y el sorteo “crean problemas sobre todo entre la afición porque Islandia, Holanda, etc. están trayendo mucha gente y no han conseguido plazas para sus aficionados”, subraya Sylvain Jamet, afincado en Inglaterra desde hace 20 años y reportera de la web especializada footofeminin.com.

El New York Stadium de Rotherham, una de las sedes de la Euro femenina

UEFA

Un sentimiento que comparte Mark Parsons, el entrenador de las holandesas, vigentes campeonas y que jugará en el Wigan, al igual que las suecas, otro equipo fuertemente apoyado por su afición.

“Cuando veo los estadios donde se jugarán los partidos, soy escéptico (…) Mi opinión es que podríamos haber llenado estadios más grandes”, dijo a la AFP en febrero. En cambio, su homóloga francesa, Corinne Deacon, emitió una opinión ligeramente diferente. “¿Es mejor tener un estadio de 4.000 asientos completamente lleno o un estadio de 20.000 asientos con 4.000 personas?”, se preguntaba el pasado mes de mayo.

Hubo ciudades y estadios que se negaron a ser sede

También hay que recordar que los organizadores (UEFA) también tuvieron que lidiar con las ciudades y estadios candidatos. “Cuando hicieron la licitación, en 2018, antes de que se disputara el Mundial de Francia, hubo muchos clubes y ciudades que se negaron a albergar partidos”, señaló Sylvain Jamet.

“Newcastle, Sunderland, Middlesbrough o incluso Birmingham, de hecho, no estaban interesados”, continuó, a pesar de que Birmingham City es uno de los clubes fundadores de la Superliga Femenina. “Por eso terminamos con estadios como el Wigan. Pero el Manchester Academy Stadium es una broma, de hecho, no es serio poner un estadio de 4.400 asientos”, criticó Jamet.

La jefa del fútbol femenino de la UEFA, la ex internacional alemana Nadine Kessler, sin embargo, justifica estas elecciones. “Aunque tengamos las mayores ambiciones, debemos tener en cuenta la realidad y mirar al pasado. Durante la última Euro (en 2017 en Holanda), tuvimos 5.000 espectadores de media, si quitamos los partidos de la Países Bajos”, dijo recientemente a la AFP.




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