Propinan cuatro martillazos a la manada en el Olímpico de Londres | Video

West Ham United se impuso con autoridad 4-0 sobre Wolverhampton United, encuentro en el que Raúl Jiménez anotó, pero en propio marco.

Todo lo que pudo salir mal, salió mal…

Wolverhampton sufrió su segundo descalabro de la temporada en la Premier League de Inglaterra al caer 4-0 frente al West Ham United en el Estadio Oímpico de Londres, encuentro en el que Raúl Jiménez no tuvo oportunidades claras de gol y, por contrario, anotó en propia puerta en el segundo tiempo.

El delantero hidalguense estrenó nuevo aliado desde el medio campo, el portugués Nélson Semedo, quien hizo su debut con la manada, tras su salida del Barcelona, actuando como carrilero por derecha por detrás del velocista español Adama Traoré.

Una vez que se superó la etapa de adaptación, los locales tomaron el esférico para circularlo por todo el campo ante unos Wolves que lucían desconcertados por la actitud propositiva de un rival que llegaba con dos derrotas consecutivas.

Dicha postura pronto les dio frutos, ya que al minuto 17, el delantero inglés Jarrod Bowen abrió el marcador al tomar mal parada a la defensa rival y conectar un remate con efecto que mandó el esférico al fondo de las redes de la portería de Rui Patricio.

Este primer tanto definió el posterior desarrollo del encuentro, pues, a partir de este momento, West Ham cedió la iniciativa al rival, permitiendo que  Wolverhampton registrara una posesión de balón del 75 por ciento; sin embargo, la precisión de cara a gol estaba de lado de los Hammers y, en una jugada aislada, el propio Bowen amplió la ventaja al empujar un esférico que había quedado muerto en el área chica tras pegar en la base del poste.

Al ver que su estrategia funcionaba, el técnico David Moyes mantuvo la actitud pasiva del West Ham, ante unos Wolves que eran incapaces de pisar el área con claridad, al grado incluso de no forzar las intervenciones, por mínimas que fueran, del portero Lukasz Fabianski.

Pero la debacle para el visitante llegó al minuto 66, cuando el mexicano  envió el balón al fondo de su propia portería al tratar de cortar con en el brazo un remate de cabeza de Tomás Soucek.

El 3-0 fue lapidario para el encuentro, ya que ambos dejaron de imprimir esfuerzos al ataque, en una evidente manifestación de sólo desear el final del mismo; pero el West Ham aún tendría un tanto más en una jugada casi involuntaria, pues, sin mucho esfuerzo por desmarcarse, el francés Sébastien Haller se halló en posición de gol en el área, ante lo cual sólo remató con seguridad para anotar el cuarto y definitivo tanto de los locales.

(Con información de Marca Claro)




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