Puedes dejar tu fregadero impoluto utilizando sólo un ingrediente que todos tenemos en casa

Un solo ingrediente que todos tenemos en casa te ayudará a dejar tu fregadero impoluto, un truco que te cambiará la vida. Ha llegado el momento de conseguir hacerse con los elementos que nos aseguren que nuestra casa brille como los chorros del oro, invirtiendo lo mínimo en ello. Es la hora de que con un solo ingrediente tengamos limpia una de las zonas más complicadas de la cocina, el fregadero. Conseguirás que te quede perfecto con ayuda de un elemento que estará en tu despensa y que tiene un uso que quizás desconocías.

Tu fregadero está impoluto con un solo ingrediente que todos tenemos en casa

Este truco te cambiará la vida, con solo un ingrediente conseguirás que tu fregadero quede más que limpio. Ha llegado el momento de conseguir que cada momento que invertimos en limpieza acabe dando sus frutos. Especialmente en la cocina, además del tiempo, nos importa que no tenga químicos que pueda afectar a los alimentos.

Puedes emplear un viejo truco en el caso que quieras conseguir que tu casa brille como los chorros del oro. En especial si está hecho en acero inoxidable uno de los materiales que se usa por ser duradero, resistente y también más higiénico a la hora de crear una cocina de las que impresionan a simple vista.

Para conseguir que este material quede perfecto, el mejor truco consiste en poner salsa de tomate para que se quede perfectamente impregnado y pueda acabar con la suciedad. El tomate hará que el fregadero vuelva a brillar, pero debemos dejar que haga efecto. Dejamos que actúe durante una media hora, hasta que con ayuda de una esponja lo vamos retirando con cuidado.

Podemos lavar con jabón para retirar los restos de tomate y comprobar que estamos ante un tipo de limpiador natural que funciona. Repetiremos este truco siempre que sea necesario, en el fregadero, pero también en ollas y sartenes si su composición principal es la de acero inoxidable.

Con este proceso lograremos un acabado de 10, con la ayuda de un poco de tomate, en forma de salsa o en trozos de tomate que hayamos usado en un pan con tomate, por ejemplo. Una opción de lo más recomendable para tratar con un acero inoxidable que es uno de los materiales que necesita más atención de nuestra cocina.


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